LONDRES (AP) — La delantera del Chelsea, Sam Kerr, dijo que temía por su vida cuando estaba “atrapada” en un taxi antes de que se alegara que causó acoso racial a un agente de policía, según un tribunal.
La capitana de Australia declaró en su juicio el miércoles, diciendo que estaba “aterrada” y que su pareja, la centrocampista del West Ham, Kristie Mewis, estaba “llorando y asustada”.
La Kerr de 31 años, quien es una de las mejores jugadoras de fútbol femenino del mundo, está siendo juzgada por causar acoso racial al agente de policía Stephen Lovell durante un incidente en el suroeste de Londres en las primeras horas del 30 de enero de 2023.
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Se alega que Kerr y Mewis habían estado bebiendo cuando las llevó un taxista a la Comisaría de Twickenham, quien se quejó de que se habían negado a pagar los costos de limpieza después de que una de ellas vomitara, y que una de ellas rompió la ventana trasera del vehículo.
En la comisaría, supuestamente, Kerr se volvió “abusiva e insultante” hacia el agente Lovell, llamándolo “estúpido y blanco”. Kerr admite haber hecho los comentarios pero niega que constituyan el cargo.
Al dar su testimonio, Kerr le dijo al jurado que sacó la cabeza por la ventana al sentirse enferma antes de que el conductor “la subiera” y comenzara a “conducir de manera peligrosa”.