Mientras que una buena parte de los canadienses vive a un par de horas en coche de la frontera con Estados Unidos, es muy diferente vivir directamente frente a nuestros colegas estadounidenses, según el alcalde de Niagara Falls, Jim Diodati.
“Todos crecimos aquí. Vivimos nuestras vidas aquí. Tenemos familia y amigos en ambos lados”, dijo a Global News el lunes.
“Ir al otro lado de la frontera es como ir al otro lado de la ciudad en cualquier otro lugar del país. Así que ni siquiera vemos la frontera cuando vivimos aquí”.
Esa relación familiar puede haberse fracturado durante el fin de semana cuando Donald Trump anunció que habría aranceles para los canadienses, una medida que fue pospuesta por un mes el lunes.
“La mayoría de nosotros somos fanáticos de los Bills. Y, ya sabes, vamos a Buffalo, volamos desde el aeropuerto de Buffalo. Es simplemente una forma de vida aquí”, dijo Diodati. “De la misma manera que muchos estadounidenses hacen lo mismo aquí en Canadá. Les gusta venir a Costco y les gusta venir a visitar el casino, etc.
Diodati dijo que estuvo por la comunidad durante el fin de semana y sus constituyentes estaban molestos por la noticia. Una residente le dijo al alcalde de Niagara Falls que ya no se sentía bienvenida para cruzar hacia Estados Unidos.
“Una señora en el supermercado dijo: ‘Sabes, no sé si quiero cruzar el río'”, dijo. “Ella dijo, ‘No estoy segura de sentirme bienvenida en este momento’.”
Hay un sentimiento similar de shock y resentimiento en otras comunidades fronterizas como Sault Ste. Marie, Ont., que comparte frontera con Sault Ste. Marie, Mich.
“Existe un verdadero sentido de traición en todo Canadá, y en Sault, Ont., ese sentimiento se intensifica debido a nuestra estrecha relación con Sault, Michigan”, dijo el alcalde Matthew Shoemaker el lunes.
“Los Saults gemelos comparten un nombre, un río, una historia de amistad y cooperación y un puente que nos une. Todos los días, miles de canadienses y estadounidenses cruzan ese puente para trabajar, comprar o incluso solo para jugar al hockey.
Nadie necesita decirle a Diodati sobre los efectos que podría tener en la industria turística, ya que las Cataratas del Niágara se basan en gran parte en el turismo.
El alcalde de las Cataratas del Niágara señaló que los estadounidenses representan el 25 por ciento de los visitantes a su comunidad, pero lo que es más importante, representan el 50 por ciento de los ingresos en una comunidad que emplea a 40,000 personas en la industria del turismo.
Si Trump decide seguir adelante con los aranceles más adelante, será interesante ver cómo reaccionarán los estadounidenses cuando sientan los efectos de las contramedidas canadienses.
“Si los estadounidenses no se sienten bienvenidos, no vendrán”, dijo Diodati.
“Así que es interesante ver qué tendrá un mayor impacto en ellos allí. La idea de que su dólar puede rendir más y pueden obtener más del 30 por ciento de descuento en unas vacaciones simplemente viniendo a Canadá o si van a sentir ese sentimiento de nacionalismo y decir, no, nos quedaremos en casa.”
Finalmente, será interesante ver si hay efectos duraderos de una guerra arancelaria, o si se olvidará rápidamente entre aquellos de ambos lados de la frontera.
“Estamos asegurándonos de elegir nuestras palabras cuidadosamente, porque cuando esto termine y en algún momento, esto terminará y esto también pasará, volveremos a ser vecinos, y probablemente seguimos siendo los principales socios comerciales del otro”, dijo Diodati.
“Y queremos asegurarnos de seguir esa tradición de ser grandes socios, grandes vecinos y aliados”.