El gobierno del Congo describió el martes el alto el fuego unilateral declarado por los rebeldes respaldados por Ruanda en el este del Congo como “comunicación falsa”, mientras que las Naciones Unidas notaron informes de fuertes enfrentamientos con las fuerzas congoleñas en la región.
Los rebeldes del M23 anunciaron el lunes el alto el fuego por razones humanitarias después de pedir el paso seguro de la ayuda y cientos de miles de desplazados.
Pero “todo lo que estamos esperando es la retirada del M23”, dijo el portavoz del gobierno congoleño, Patrick Muyaya, a los periodistas.
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El M23 se apoderó la semana pasada de Goma, una ciudad de 2 millones de personas en el centro de una región rica en billones de dólares en riqueza mineral. Permanece bajo control rebelde.
Se había informado de que el M23 estaba ganando terreno en otras áreas del este del Congo y avanzando hacia otra capital provincial, Bukavu, en Kivu Sur.
El martes, el portavoz de la ONU, Stephane Dujarric, dijo a los periodistas que habían recibido informes de fuertes enfrentamientos en Kivu Sur, aunque “no tenemos informes de que el M23 se está acercando a Bukavu”.
Los rebeldes del M23 son respaldados por unos 4,000 soldados de Ruanda, según expertos de la ONU. Eso es mucho más que en 2012, cuando capturaron brevemente Goma y luego se retiraron después de la presión internacional. El M23 es el grupo armado más potente de los más de 100 grupos armados activos en el este del Congo, que alberga vastos depósitos críticos para gran parte de la tecnología del mundo.
El gobierno del Congo ha dicho que está abierto a conversaciones para resolver el conflicto, pero que el diálogo debe tener lugar dentro del contexto de acuerdos de paz anteriores. Ruanda y los rebeldes han acusado a Congo de incumplir acuerdos anteriores.
Los líderes regionales se reunirán el viernes y sábado en Tanzania para discutir el conflicto.
También el martes, el ministro del Interior del Congo, Jacquemain Shabani, dijo que la cifra de muertos en los enfrentamientos de la semana pasada había llegado a 2,000, afirmando que los cuerpos habían sido depositados en una o más fosas comunes. Shabani los llamó “víctimas de masacres perpetradas por el ejército de ocupación de Ruanda”.
No hubo comentarios inmediatos de Ruanda.
El lunes, la agencia de salud de la ONU dijo que al menos 900 personas habían muerto en los enfrentamientos en Goma entre los rebeldes y las fuerzas congoleñas.
Los residentes continuaron enterrando cuerpos.
“Acabo de ver las condiciones en las que fueron enterrados nuestros hermanos congoleños, nuestros hijos que fueron tiroteados durante los eventos en Goma”, dijo Elisha Dunia, el padre de una víctima, a la Associated Press en un cementerio de la ciudad. “Estamos desconsolados y pedimos que la paz regrese a nuestro país.”
Debors Zuzu, también en el cementerio, dijo que perdió a tres miembros de su familia, dos en una explosión de bomba y otro tiroteado. Dijo que estaba devastado.
“Nuestra mayor súplica es que los líderes se aseguren de que la guerra termine porque la guerra no tiene valor. Queremos paz en Goma”, dijo Zuzu. “Si todos mueren, no sé quién gobernará a los líderes.”
El coordinador humanitario de la ONU para el Congo, Bruno Lemarquis, pidió la reapertura urgente del aeropuerto en Goma, llamándolo “una línea vital” para la evacuación de personas heridas y la entrega de ayuda.
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Kamale reportó desde Kinshasa, Congo. La escritora de Associated Press Edith M. Lederer en las Naciones Unidas contribuyó.