Smyth se mudó a Zimbabue con su esposa y cuatro hijos desde Winchester en Inglaterra en 1984, dos años después de que se detallara en un informe el abuso físico que infligía, pero que no se hizo público en ese momento.
Su mudanza a Sudáfrica en 2001 se produjo después de una investigación sobre sus actividades en Zimbabue, cuyos hallazgos no se divulgaron ampliamente.
Un nuevo estudio encargado el año pasado por el arzobispo de Ciudad del Cabo Thabo Makgoba encontró que aunque no se pudieron “comprobar en los registros” casos similares de abuso en Sudáfrica, “existía un riesgo muy alto de que hubieran ocurrido”.