Al menos 15 soldados israelíes han sido asesinados en batallas en el norte de Gaza desde el martes, según informó el ejército israelí, a medida que sus fuerzas avanzaban más profundamente en el norte de Gaza y atacaban docenas de objetivos afiliados a los gobernantes de Hamas en la franja.
Las 15 muertes, en su mayoría de soldados de infantería, fueron las primeras bajas confirmadas públicamente por el ejército de Israel desde que se inició una invasión terrestre el viernes, a medida que los combates parecían intensificarse y sus fuerzas se acercaban a la ciudad de Gaza, la mayor de la zona.
El brazo militar de Hamas informó en Telegram que sus combatientes habían emboscado a algunos soldados israelíes en un edificio en Beit Hanoun, en el norte de Gaza. La versión de ninguno de los bandos pudo ser confirmada de forma independiente.
En Israel, un país pequeño en el que el reclutamiento militar es un rito obligatorio para muchos ciudadanos judíos, los nombres y rostros de los soldados fueron exhibidos en las páginas principales de la mayoría de los sitios web de noticias. Otros fueron leídos en vivo en la televisión israelí cuando el ejército anunció sus muertes el miércoles.
El ejército israelí dijo que ha atacado más de 11,000 objetivos en la Franja de Gaza desde el 7 de octubre, cuando lanzó una intensa campaña de ataques aéreos en respuesta a un ataque de Hamas que mató a unas 1,400 personas en Israel y mantuvo a más de 200 como rehenes. La escala de los bombardeos supera la de cualquiera de sus guerras anteriores con militantes palestinos en la franja de 140 millas cuadradas.
El balance de la invasión terrestre está empezando a hacerse evidente. El martes, las fuerzas israelíes tomaron lo que dijeron que era un bastión militar de Hamas en Jabaliya occidental, una zona residencial densamente poblada al norte de Gaza, afirmando haber matado a más de 50 militantes. Hamas no hizo ningún comentario inmediato.
Las fuerzas israelíes también golpearon lo que dijeron que era un bastión de Hamas en Jabaliya, causando una devastación generalizada. Imágenes de las explosiones mostraron a palestinos caminando entre los escombros en una aparente búsqueda de sobrevivientes.
El ministerio de salud de Gaza, controlado por Hamas, afirmó que el ataque había matado y herido a cientos de personas. Otro funcionario de salud dijo que había docenas de muertos y que su centro había recibido a cientos de pacientes heridos. Las cifras no pudieron ser verificadas de forma independiente.
El ataque había matado a un comandante de Hamas que fue uno de los principales planificadores del asalto a Israel el 7 de octubre, según el ejército israelí. Hamas negó que alguno de sus comandantes estuviera en la zona.
Altos funcionarios israelíes han dicho que el objetivo de la operación militar es desmantelar a Hamas, aunque no está claro qué sucedería si tuvieran éxito. Los funcionarios han advertido al público israelí que esperen una larga y sangrienta campaña contra el grupo armado palestino.
“Esta es una campaña difícil, requiere combate en Gaza”, dijo Tzachi Hanegbi, asesor de seguridad nacional de Israel, a los periodistas en Tel Aviv el martes, antes de que se anunciara la muerte de los soldados. “No hay combate sin un precio doloroso”.