La Sra. Machikawa dijo que incluso la liberación de su tío fue una experiencia “aterradora”.
A medida que la multitud lo rodeaba en Gaza el jueves, él pensaba que era “el final de su vida”, dijo.
Después de regresar a Israel, pudo dormir durante cinco horas por primera vez desde su captura.
“Siento que mi tensión se está derritiendo lentamente”, dijo.
El viernes corrió a abrazar a su tío en el hospital, donde le dio “el abrazo más fuerte y poderoso”, y ella soltó “un torrente de lágrimas de alivio y amor”.
“Entendemos que el tío que conocemos es el mismo que conocemos pero aún mejor”, dijo, mientras hablaba sobre rehabilitación y ser fuerte, y soñaba con volver a sus campos, donde es un experto agrícola.
“La unidad y la familia y dedicarse a la justicia y a una causa justa son mayores que cualquier cosa, porque detuve mi vida el 7 de octubre”, dijo.
Agradeció a Qatar y a Estados Unidos por mediar en el acuerdo, y a los valientes trabajadores de la Cruz Roja que facilitaron las liberaciones.
“La alegría es increíble”, dijo, pero tiene sentimientos encontrados hasta que todos los rehenes regresen. Dijo “debemos erradicar el terror” y “Israel tiene que asegurar sus fronteras y trabajar por un vecindario y una región mejores”.
“Siempre nos esforzaremos por ser mejor, ser como Gadi, ser el que conecta incluso en los peores momentos y dar la mano para la posibilidad de una vida mejor con todos los que nos rodean”.
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