La declaración llega después de que Coca-Cola Europacific Partners, el socio embotellador de la empresa, dijo que lotes de Appletiser, Coca-Cola Original Taste, Coca-Cola Zero Sugar, Diet Coke y Sprite Zero fueron retirados de los estantes en Bélgica, Luxemburgo y los Países Bajos después de que pruebas revelaran niveles elevados del químico.
El martes, Tina Potter, de la FSA, dijo que la retirada internacional de productos de Coca-Cola Europacific Partners se refiere a “un pequeño número de sus bebidas” que contenían niveles más altos del químico.
Ella dijo: “Podemos confirmar que ha habido una distribución limitada en el Reino Unido de los productos afectados.
“Estamos trabajando con las autoridades pertinentes y el negocio directamente para evaluar si hay preocupación por la seguridad alimentaria para los consumidores del Reino Unido.
“Si identificamos algún alimento inseguro, tomaremos medidas para garantizar que se retire y alertaremos a los consumidores.”
El clorato es un subproducto de la descomposición de desinfectantes a base de cloro y productos químicos de cloro, que se utilizan con frecuencia para esterilizar el agua.
Puede causar deficiencia de yodo en las personas y está regulado con límites máximos de residuos legales para una variedad de alimentos, incluidos productos frescos, según Food Standards Scotland.
En un comunicado, Coca-Cola Europacific Partners dijo anteriormente que la retirada se había centrado en Bélgica, Luxemburgo y los Países Bajos, donde la mayoría de los productos afectados habían sido retirados de la venta.
Dijo que había “alertado” este problema a las autoridades de seguridad alimentaria de Gran Bretaña y estaba en comunicación con ellas.
Agregó: “Un análisis independiente concluyó que la probabilidad de cualquier riesgo asociado a sentirse temporalmente mal por consumir estos productos es muy baja.
Esto ha afectado a un número muy pequeño de latas importadas de Appletiser, Coca-Cola Original Taste, Coca-Cola Zero Sugar, Diet Coke y Sprite Zero con códigos de producción desde 328 GE hasta 338 GE, que se pueden encontrar en la base de la lata.”
En 2015, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria encontró que los niveles de clorato en el agua potable y los alimentos eran demasiado altos y podrían resultar en efectos graves para la salud, especialmente entre los bebés y niños.
Estos incluían el funcionamiento deteriorado de la tiroides debido a la inhibición de la captación de yodo.