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La euforia de los inversores por la inteligencia artificial ha alimentado una “burbuja” en las acciones de Estados Unidos que se asemeja al auge de las punto com a principios del milenio, advirtió el multimillonario inversor Ray Dalio.
Dalio le dijo al Financial Times que “los precios han alcanzado niveles elevados al mismo tiempo que existe un riesgo de tasas de interés, y esa combinación podría pinchar la burbuja”.
La advertencia de Dalio, fundador del fondo de cobertura Bridgewater Associates y una de las figuras más destacadas de Wall Street, llega en medio de preocupaciones sobre si el auge de las acciones de inteligencia artificial en Estados Unidos ha ido demasiado lejos. Los inversores también siguen preocupados por los costos de endeudamiento elevados, preocupaciones que se agudizaron después de que funcionarios de la Reserva Federal en diciembre recortaran sus expectativas de recortes de tasas este año.
“Donde estamos en el ciclo en este momento es muy similar a donde estábamos entre 1998 o 1999”, dijo Dalio. “En otras palabras, hay una nueva tecnología importante que ciertamente cambiará el mundo y será exitosa. Pero algunas personas están confundiendo eso con que las inversiones sean exitosas”.
A finales de la década de 1990 se produjo un aumento en las valoraciones tecnológicas, impulsado en parte por las bajas tasas de interés y la creciente adopción de Internet, seguido de una brutal corrección que llegó cuando la Fed de Alan Greenspan endureció la política monetaria.
El índice tecnológico Nasdaq 100 se duplicó en 1999, solo para caer aproximadamente un 80 por ciento para octubre de 2002. El índice se ha duplicado desde principios de 2023 a medida que acciones como el fabricante de chips centrado en la inteligencia artificial Nvidia han subido.
Las acciones de Wall Street cayeron el lunes después de que DeepSeek, una empresa china de inteligencia artificial vinculada a un fondo de cobertura poco conocido, publicara un documento afirmando que su nuevo modelo de IA rivaliza con los de OpenAI y Meta Platforms en rendimiento, pero a un costo menor y con hardware menos sofisticado. Nvidia perdió casi $600 mil millones en valor de mercado el lunes.
El aparente éxito de DeepSeek pone en duda los retornos potenciales de cientos de miles de millones de dólares invertidos por empresas del Valle del Silicio en centros de datos de inteligencia artificial, y si China ha logrado encontrar una forma de competir a pesar de las restricciones en su capacidad para importar chips de alta gama de Estados Unidos.
OpenAI, respaldada por Microsoft, anunció la semana pasada un plan para invertir hasta $500 mil millones en infraestructura de IA. La aplicación ChatGPT de la empresa fue la aplicación gratuita mejor valorada en la tienda de aplicaciones de Apple hasta que fue reemplazada el lunes por el asistente de IA de DeepSeek.
Dalio, quien se retiró como presidente de Bridgewater en 2021 pero sigue en la junta directiva, ha abogado durante mucho tiempo por el compromiso económico con China. Escribió el año pasado que “la cuestión clave no es si debo o no invertir en China tanto como cuánto”. Sin embargo, advirtió que las apuestas en la inteligencia artificial son inusualmente altas.
“La guerra tecnológica entre China y Estados Unidos es mucho más importante que la rentabilidad, no solo para la superioridad económica, sino también para la superioridad militar”, dijo a FT.
“Aquellos que van a prestar atención a la rentabilidad con lápices afilados no ganarán esa carrera”, agregó Dalio.
Reforzando la elusividad de los beneficios de la inteligencia artificial, el cofundador de OpenAI Sam Altman escribió en X este mes que la empresa estaba perdiendo dinero con su plan Pro ChatGPT de $200 al mes debido al uso inesperadamente intensivo.
A medida que los grupos tecnológicos estadounidenses invierten generosamente, el presidente Donald Trump se ha comprometido a apoyar la inteligencia artificial estadounidense en su segundo mandato.
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China ha ofrecido asistencia financiera para su industria de inteligencia artificial, incluido el lanzamiento de fondos establecidos para apoyar su industria de semiconductores en conflicto. Mientras tanto, Estados Unidos, bajo el expresidente Joe Biden, extendió miles de millones de dólares en subsidios para grupos que construyan chips en suelo estadounidense.
Dalio reconoció que el apoyo estatal a los desarrolladores de inteligencia artificial en competencia era inevitable dada la importancia de ganar la carrera global, incluso si eso significaba renunciar a la rentabilidad.
“En nuestro sistema, en general, nos estamos moviendo hacia un tipo de política más compleja industrial en la que habrá actividad mandatada e influenciada por el gobierno, porque es tan importante”.
“El capitalismo solo, el solo motivo de lucro, no puede ganar esta batalla”.
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