Scott Bessent impulsa un plan de aranceles universales del 2.5% gradual para Estados Unidos.

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El elegido del presidente Donald Trump para ocupar el cargo de secretario del Tesoro, Scott Bessent, está presionando para establecer nuevos aranceles universales sobre las importaciones estadounidenses que comiencen en un 2,5 por ciento y aumenten gradualmente, según cuatro personas familiarizadas con la propuesta.

El arancel del 2,5 por ciento aumentaría en la misma cantidad cada mes, según las fuentes, dando a las empresas tiempo para ajustarse y a los países la posibilidad de negociar con la administración del presidente.

Los aranceles podrían llegar a subir hasta un 20 por ciento, en línea con la posición maximalista de Trump durante la campaña del año pasado. Sin embargo, una introducción gradual sería más moderada que la acción inmediata que temían algunos países.

Dos personas familiarizadas con las conversaciones dijeron que no está claro si Bessent ha convencido a otros actores principales, incluido Howard Lutnick, la elección de Trump para el cargo de secretario de Comercio, para adoptar su propuesta.

La política arancelaria ya está en el centro de feroces debates comerciales entre halcones como Peter Navarro y Jamieson Greer, y moderados como Bessent.

Trump ha amenazado con imponer aranceles de hasta el 25 por ciento a las importaciones de Canadá y México tan pronto como este fin de semana, y en los últimos días amenazó a Colombia con aranceles del 25 por ciento en una disputa sobre deportados.

Otra persona familiarizada con el pensamiento de Trump dijo que estaba considerando diferentes opciones. “Todavía no hay un plan único en el que el presidente esté listo para decidir”.

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Una persona familiarizada con el pensamiento de Bessent declinó hacer comentarios sobre la propuesta en público, pero dijo: “Él no está elaborando ningún plan, pero si es confirmado, espera formar parte de la conversación”.

Mientras que Bessent y otros defensores del bajo arancel inicial creen que daría a los países y empresas tiempo para ajustarse y negociar, los críticos argumentan que una tasa inicial más alta enviaría un mensaje más claro.

Trump hizo de los aranceles altos el núcleo de su retórica de campaña “América Primero” el año pasado, prometiendo en septiembre “gravar” a las naciones extranjeras “a niveles a los que no están acostumbradas”.

Pero desde su inauguración el 20 de enero, la principal acción del presidente ha sido publicar un memorando que establece investigaciones sobre la política comercial de EE. UU., la causa de los déficits comerciales del país y si los competidores están manipulando monedas y gravando injustamente a las empresas estadounidenses.

Cuando le preguntaron los reporteros la semana pasada si tenía planes de introducir aranceles universales, Trump respondió: “Quizás. Pero aún no estamos listos para eso”.

Analistas comerciales y abogados han dicho que Trump podría imponer aranceles universales rápidamente utilizando poderes ejecutivos como la Ley de Poderes Económicos en Caso de Emergencia Internacional, que permite al presidente responder a emergencias a través de medios económicos.

Sin embargo, expertos en comercio también han advertido que el uso de la IEEPA para imponer aranceles amplios probablemente enfrentaría desafíos legales por parte de grupos empresariales.

Trump, quien ha criticado durante mucho tiempo el déficit comercial de EE. UU., ha sugerido que los aranceles serían una forma de aumentar los ingresos del país.

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“En lugar de gravar a nuestros ciudadanos para enriquecer a otros países, gravaremos y gravaremos a los países extranjeros para enriquecer a nuestros ciudadanos”, dijo en su discurso inaugural.

En sus audiencias de confirmación en el Senado de EE. UU. la semana pasada, Bessent dijo que la administración de Trump utilizaría aranceles para abordar prácticas comerciales injustas, aumentar los ingresos del gobierno de EE. UU. y hacer acuerdos con países extranjeros.

Bessent fue aprobado como la elección de Trump para liderar el Tesoro por el comité de finanzas del Senado la semana pasada, y se espera ampliamente que sea confirmado por el Senado.

La Casa Blanca no respondió a una solicitud de comentarios.