“Creo que la gente quiere estar con nosotros”, dijo Trump al ser preguntado sobre la isla en la sala de prensa a bordo del avión presidencial. “Realmente no sé qué reclamo tiene Dinamarca sobre ella, pero sería un acto muy poco amigable si no permitieran que eso sucediera porque es para la protección del mundo libre”, agregó. “Creo que Groenlandia la obtendremos porque tiene que ver con la libertad del mundo”, continuó Trump. “No tiene nada que ver con Estados Unidos, excepto que somos los únicos que pueden proporcionar la libertad. Ellos no pueden”. A pesar de la aparente confianza de Trump, los primeros ministros de Groenlandia y Dinamarca han dicho previamente que la isla no está en venta. El primer ministro de Groenlandia, Mute Egede, dijo que el uso de la tierra del territorio es “asunto de Groenlandia”, aunque expresó su disposición a trabajar más estrechamente con Estados Unidos en defensa y minería. Mientras tanto, la primera ministra danesa Frederiksen dijo a principios de este mes que “Groenlandia pertenece a los groenlandeses”, y solo la población local puede determinar su futuro. Frederiksen reafirmó su posición en un acalorado intercambio telefónico de 45 minutos con Trump la semana pasada, según un informe en el Financial Times. El periódico citó a un funcionario europeo anónimo diciendo que la conversación fue “horrenda”, y otro diciendo que el interés de Trump en adquirir Groenlandia es “serio y potencialmente muy peligroso”. Según se informa, la primera ministra danesa insistió en que la isla no está en venta, pero señaló el “gran interés” de Estados Unidos en ella.