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Se espera que las negociaciones, la desregulación y las amenazas al comercio global dominen la conversación entre los ejecutivos que se reunirán en Davos esta semana, mientras el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca desplaza el enfoque de los líderes empresariales lejos de los temas sociales hacia el crecimiento.
Muchos de los principales ejecutivos que se dirigirán a los Alpes suizos para la reunión anual de tomadores de decisiones globales en el Foro Económico Mundial asistirán primero a eventos en Washington para conmemorar la investidura de Trump el lunes.
El presidente electo de EE.UU., que tiene previsto dirigirse a la reunión de Davos más adelante esta semana a través de un enlace de video, ha prometido firmar docenas de decretos ejecutivos al asumir el cargo, incluyendo medidas para aumentar la producción de energía en EE.UU. y reducir las regulaciones.
“Todo se trata de crecimiento”, dijo Simon Freakley, director ejecutivo de la consultora AlixPartners. “Cada inversor adora al altar del crecimiento, cada CEO sirve en el altar del crecimiento y está pensando en cómo impulsar el crecimiento en este entorno”.
La perspectiva de la administración Trump ha aumentado el optimismo empresarial en EE.UU., donde la economía ya supera en mucho al resto del mundo y sus mercados de valores están cerca de máximos. Una encuesta a 900 expertos de la academia, los negocios y el gobierno realizada por el WEF antes del evento de esta semana mostró una fuerte disminución en los riesgos percibidos de una recesión económica o un aumento de la inflación en comparación con este mismo período del año pasado.
Sin embargo, el potencial impacto de los aranceles comerciales prometidos por Trump se ha convertido en una gran causa de preocupación. La encuesta mostró que la “confrontación geoeconómica” se consideraba ahora uno de los mayores riesgos en los próximos dos años.
“Espero que el WEF esté dominado por la incertidumbre geopolítica”, dijo Christian Klein, director ejecutivo de la empresa alemana de software SAP. “A medida que navegamos por los desafíos y oportunidades de 2025, ajustarse a las nuevas políticas regulatorias también será una prioridad principal”.
Jim Rowan, director ejecutivo de Volvo Cars, que es propiedad en su mayoría del fabricante de automóviles chino Geely, dijo que el mundo se ha vuelto “más turbulento y complejo”. Identificó la interrupción causada por las tensiones comerciales, así como la necesidad de descarbonización y cumplir con la promesa de la inteligencia artificial.
Huw van Steenis, vicepresidente de la consultora de gestión Oliver Wyman, dijo que los asistentes a Davos rara vez han estado tan divididos en cuanto a su perspectiva de inversión.
“Entre los financieros estadounidenses, hay una narrativa compartida de animal spirits y momentum de la negociación”, dijo. “Si la nueva administración Trump amplificará el excepcionalismo estadounidense y la divergencia de Europa y China está en la mente de casi todos”.
A medida que el mundo se prepara para el segundo mandato de Trump, los asistentes habituales a Davos esperan ver un cambio de tono, a pesar de un programa oficial repleto de sesiones sobre temas que van desde la tecnología limpia hasta el uso del agua y los derechos LGBTQI+. La ceremonia de juramento de Trump está prevista para coincidir con el evento inaugural en Davos el lunes: un concierto para destacar la amenaza que enfrentan los glaciares de la Antártida.
“Estamos anticipando un reequilibrio de la agenda de Davos este año ya que, en última instancia, los CEOs quieren hacer cosas”, dijo Christoph Schweizer, director ejecutivo global de Boston Consulting Group. Las principales prioridades, dijo, serán la productividad, generar retornos de la inteligencia artificial y prepararse para una mayor actividad de fusiones y adquisiciones.
La policía despeja un bloqueo de carretera por parte de manifestantes en vísperas del Foro Económico Mundial de 2025 © Michael Buholzer/EPA-EFE/Shutterstock
Durante décadas, el encuentro de Davos ha sido una cita imprescindible en el calendario empresarial y una oportunidad para marcar el tono del año siguiente.
La lista de casi 3,000 asistentes esta semana incluye al director ejecutivo de Uber Dara Khosrowshahi, Brian Moynihan de Bank of America, Albert Bourla de Pfizer, Marc Benioff de Salesforce y James Quincey de Coca-Cola. Entre los líderes mundiales que tomarán la palabra se encuentran la presidenta de la Comisión Europea Ursula von der Leyen, el canciller alemán Olaf Scholz y Javier Milei de Argentina, quien tiene previsto llegar después de asistir a la investidura de Trump.
Pero el evento se enfrenta a un mayor cuestionamiento sobre su propósito, ya que críticos se quejan de que no refleja las conversaciones que tienen lugar en el mundo real.
Un asistente habitual de Davos dijo que este año no iba a asistir porque era “demasiado caro dado el valor propuesto” y “cada vez menos relevante”. Un ejecutivo de Silicon Valley que ha asistido con frecuencia en el pasado dijo que la reunión de este año había sido “totalmente opacada” por la investidura, añadiendo: “Lo que diga Trump es mucho más importante que cualquier cosa que se diga allí”.