El sábado por la noche, el Primer Ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, advirtió que cualquier alto el fuego sería “temporal” y que Israel se reservaba el derecho de reanudar la guerra, con el respaldo de Estados Unidos, si se rompía.
El ejército israelí lanzó una campaña para destruir a Hamas, que está prohibido como organización terrorista por Israel, Estados Unidos y otros, en respuesta a un ataque sin precedentes en la frontera el 7 de octubre de 2023, en el que murieron unas 1,200 personas y 251 fueron tomadas como rehenes.
Desde entonces, más de 46.910 personas han muerto en Gaza, según el Ministerio de Salud dirigido por Hamas en el territorio. La mayoría de la población de 2.3 millones también ha sido desplazada, hay una destrucción generalizada y hay graves escaseces de comida, combustible, medicinas y refugio debido a la lucha por llevar ayuda a los necesitados.
Israel dice que 94 de los rehenes siguen en poder de Hamas, de los cuales se cree que 34 están muertos. Además, hay tres israelíes que fueron secuestrados antes de la guerra, uno de los cuales está muerto.
El domingo por la mañana, el ejército israelí anunció que las fuerzas especiales habían recuperado el cuerpo del Sargento Oron Shaul, un soldado israelí que murió en la guerra de 2014 en Gaza.