Una avalancha de desinformación sobre una nueva medida económica resultó tan difícil para el gobierno de Brasil que esta semana retrocedieron por completo en una derrota alentada por la oposición.
El fiasco político se centró en el querido sistema de transferencia de dinero instantáneo conocido como PIX, utilizado decenas de millones de veces al día por los brasileños para todo, desde pagar facturas hasta dar dinero a mendigos en la calle.
Todo comenzó cuando nuevas reglas gubernamentales entraron en vigor el 1 de enero, incluyendo a PIX en las instituciones cuyas transacciones financieras serían rastreadas en un intento por combatir la evasión fiscal.
Esto no es nada inusual para los bancos tradicionales, pero pronto se desató una crisis de comunicación que envolvió al gobierno, obligándolo a revocar la regla por completo.
Una avalancha de desinformación informó que las transacciones PIX serían gravadas, y la oposición –incluido el expresidente de derecha Jair Bolsonaro– aprovechó la confusión presentando la medida como un ataque a los más pobres.
Nikolas Ferreira, de 28 años, una estrella influyente en las redes sociales convertido en legislador del partido Liberal de derecha, lanzó un video criticando la medida que acumuló más de 300 millones de visitas.
Él admite que “PIX no será gravado” pero “no dudo que podría serlo.”
“El gobierno de Lula vigilará sus gastos”, dijo, refiriéndose al presidente Luiz Inacio Lula da Silva. “Las personas más afectadas por esta medida serán los trabajadores, que serán monitoreados como si fueran grandes evasores de impuestos.”
– ‘El mal más grande de la humanidad’ –
La crisis de noticias falsas se desarrolló mientras el gobierno de Brasil está en conflicto con el gigante de las redes sociales Meta por debilitar los controles sobre la desinformación en sus plataformas como Instagram y Facebook.
El año pasado, la Corte Suprema bloqueó la plataforma X de Elon Musk durante 40 días por no cumplir con una serie de órdenes judiciales contra la desinformación en línea.
Una encuesta realizada por el instituto de encuestas Quaest publicada el viernes mostró que el 87 por ciento de los encuestados habían escuchado que el gobierno gravaría las transacciones PIX, y el 67 por ciento de ellos lo creían.
El gobierno intentó contraatacar con negaciones de las autoridades fiscales y del Ministro de Economía, Fernando Haddad, y un video de Lula haciendo un pago PIX a su equipo de fútbol favorito.
Pero el daño estaba hecho. El gobierno no solo revirtió la medida el jueves, sino que emitió una medida provisional que prohíbe la tributación de PIX.
“Si era falso, ¿por qué lo revocaron?”, escribió Ferreira en X, mientras los miembros de la oposición elogiaban su papel en obligar al gobierno a retroceder.
La desinformación “es el mal más grande de la humanidad” y “puede causar un daño profundo”, dijo el nuevo Ministro de Comunicación, Sidonio Palmeira, al asumir el cargo el martes.
El nombramiento del estratega de campaña de Lula de su victoria electoral de 2022 se vio como un intento de impulsar la comunicación del gobierno sobre sus victorias políticas después de una serie de contratiempos, con un enfoque en combatir las noticias falsas.
Destacando la batalla de comunicación, los medios locales informaron que un experto en marketing a cargo de la fallida campaña presidencial de Bolsonaro en 2022 ayudó a idear la respuesta al debacle de PIX, eligiendo a Ferreira para liderar el ataque.
– ‘Un impuesto más’ –
Andre Eler, director técnico de la consultora Bites, dijo que el gobierno reconoció que “no sería posible revertir la magnitud del daño causado por esta comunicación deficiente”.
“El gobierno en general está mal informado sobre lo que sucede en las redes sociales. Y tardó demasiado en responder”, dijo.
Esto permitió a la oposición explotar los temores públicos “de que este es un gobierno amante de los impuestos”, dijo Eler.
El gobierno de Lula ha estado luchando contra la creciente deuda pública, y las preocupaciones sobre el gasto han llevado a la moneda real a mínimos históricos frente al dólar.
“Desde que asumió el cargo, el gobierno de Lula ha mantenido parte del aumento del gasto público con un raro deseo de recaudar impuestos”, decía un artículo en el periódico O Globo del viernes.
“En un país con una de las cargas fiscales más altas del mundo, las noticias falsas sobre un impuesto más rápidamente ganan credibilidad.”
Breno Lima Moreira, un investigador vinculado al Banco Central, dijo que si bien el contenido falso en Brasil inicialmente estaba muy centrado en la política, los problemas económicos han visto “el mayor crecimiento” en los últimos años.
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