Las acciones estadounidenses han parecido lentas en ocasiones durante las últimas semanas, ya que las tasas crecientes y el debate sobre si la Reserva Federal recortará las tasas de interés en 2025 enviaron al S&P 500 (^GSPC) a sus niveles más bajos desde las elecciones.
Pero una lectura de inflación mejor de lo esperado el miércoles ayudó a que los mercados estadounidenses se animaran, y el estratega de inversiones del Bank of America, Michael Hartnett, cree que cualquier disminución adicional en el S&P 500 estará “protegida” por el presidente electo Donald Trump en los próximos meses.
Durante su primer mandato como presidente, Trump veía el mercado de valores como un barómetro del éxito de su propia administración. Las expectativas de muchos inversores son que Trump seguirá siendo sensible a una caída en las acciones estadounidenses durante su próximo turno.
Y aunque los aranceles son una preocupación para inversores y corporaciones, otras políticas de Trump podrían ser positivas para el mercado de valores.
La desregulación se ha considerado como un beneficio para los bancos y podría fomentar más operaciones después de unos años desafiantes. Una administración más amigable con las criptomonedas ha hecho que ese sector del mercado se dispare, y tasas impositivas corporativas más bajas podrían ayudar a los beneficios corporativos en diversas industrias. El mantra de “América Primero” de Trump también ha aumentado el optimismo entre las pequeñas empresas y podría ser visto como un viento de cola para las compañías de pequeña capitalización también.
Sin embargo, Hartnett advirtió que otros factores como la alta valoración del mercado y la concentración vista en el índice —con solo 10 acciones que representan casi el 40% del índice— probablemente también limiten el alza del S&P 500.
Y queda la pregunta de si las subidas en ciertos “intercambios de Trump” como las pequeñas empresas, las acciones de energía y los sectores financieros se mantendrán después de despegar tras las elecciones solo para volver sobre la mayoría de sus ganancias antes de la inauguración.
Hartnett agregó que si Trump 2.0 y una caída en las tasas no pueden enviar el índice de pequeña capitalización Russell 2000 (^RUT) de manera sostenible por encima de su máximo de 2021, los asignadores de activos probablemente reducirán su posición excesiva en acciones.
En general, los estrategas coinciden en que las políticas de Trump aún podrían ser un viento de cola para el mercado de valores estadounidense, pero no creen que esas ganancias vayan a llegar en línea recta.
“La volatilidad de enero antes de la inauguración de Trump el 20/1 refuerza la visión principal de un año más volátil por delante”, escribió Julian Emanuel, quien lidera el equipo de estrategia de renta variable, derivados y cuantitativa en Evercore ISI, en una nota a clientes el jueves por la noche.
Emanuel, quien ve al S&P 500 terminando 2025 en 6.800, o aproximadamente un 13% más alto que los niveles actuales, aún argumenta que la administración de Trump traerá un continuo vaivén entre el sentimiento de “riesgo en” y “riesgo fuera” entre los inversores.
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