Nepal ha sido celebrado a nivel mundial por triplicar su población de tigres en una década, pero el Primer Ministro KP Sharma Oli cree que el país puede haber sido demasiado exitoso.
“En un país tan pequeño, tenemos más de 350 tigres…No podemos tener tantos tigres y dejar que se coman a los humanos”, dijo el mes pasado en un evento organizado para revisar los resultados de la COP29 del país.
Los ataques de tigres cobraron casi 40 vidas e hirieron a 15 personas entre 2019 y 2023, según datos del gobierno. Pero las comunidades locales dicen que la cifra es mucho más alta.
“Para nosotros, 150 tigres son suficientes”, declaró Oli en diciembre, sugiriendo incluso que Nepal podría enviar sus valiosos tigres a otros países como regalos.
“Hasta ahora, [Nepal] se ha centrado en llamar la atención internacional, mientras ignora el impacto en las comunidades que viven alrededor de parques nacionales y áreas protegidas”, añade el Sr. Shah.
Se argumenta que la preocupación de Oli por limitar el número de tigres es equivocada. En cambio, el gobierno de Nepal debería centrarse en “ampliar áreas protegidas que tengan densidades naturales razonables de presas y tigres”, agrega el Dr. Karanth.
La subida en las fatalidades humanas es un indicio de que el exitoso modelo de conversación de Nepal está fallando, según el zoólogo Karan Shah.