Estados Unidos ha mantenido desde hace mucho tiempo un interés de seguridad en Groenlandia. Después de que la Alemania nazi ocupara Dinamarca continental durante la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos invadió Groenlandia, estableciendo estaciones militares y de radio en todo el territorio. Después de la guerra, las fuerzas estadounidenses permanecieron en Groenlandia. La Base Espacial de Pituffik, antes conocida como la Base Aérea de Thule, ha sido operada por Estados Unidos desde entonces. En 1951, un acuerdo de defensa con Dinamarca otorgó a Estados Unidos un papel significativo en la defensa del territorio, incluido el derecho a construir y mantener bases militares. “Si Rusia enviara misiles hacia Estados Unidos, la ruta más corta para armas nucleares sería a través del Polo Norte y Groenlandia”, dijo Marc Jacobsen, profesor asociado en el Colegio de Defensa Real Danés. “Por eso la Base Espacial de Pituffik es inmensamente importante en la defensa de Estados Unidos.” China y Rusia han comenzado a desarrollar sus capacidades militares en el Ártico en los últimos años, según un informe del Instituto Ártico. El informe pedía a Estados Unidos que desarrollara aún más su presencia en el Ártico para contrarrestar a sus rivales. El miércoles, el ministro de Relaciones Exteriores danés, Lars Lokke Rasmussen, dijo que Dinamarca estaba abierta a discusiones con Estados Unidos, agregando que Washington tenía intereses “legítimos” en la región. “Vemos a una Rusia que se está armando. Vemos a una China que también está empezando a interesarse”, dijo Rasmussen. Trump también probablemente está interesado en el potencial minero en toda la vasta extensión de tierra de Groenlandia, agregó el Sr. Jacobsen. “Hoy, son de especial interés los minerales de tierras raras, que aún no se han explotado pero se encuentran en la parte sur de Groenlandia. Estos son inmensamente importantes en todo tipo de tecnologías, desde teléfonos celulares hasta turbinas eólicas.”
