ABUJA, Nigeria (AP) — Francia completó el viernes la retirada de sus tropas después de que se les pidiera que abandonaran Níger por la nueva junta del país, poniendo fin a años de apoyo militar sobre el terreno y levantando preocupaciones de los analistas sobre un vacío en la lucha contra la violencia yihadista en la región del Sahel, en África.
La última aeronave militar francesa y las tropas partieron de Níger antes del plazo del 22 de diciembre establecido por la junta, que rompió lazos con París después del golpe de Estado en julio, informó el Estado Mayor General del Ejército francés a The Associated Press por correo electrónico. Francia ya anunció esta semana que cerraría su misión diplomática en Níger durante “un período indefinido”.
Sin embargo, el país seguiría involucrado en el Sahel — la vasta extensión al sur del Desierto del Sahara que ha sido un punto crítico para el extremismo violento — aunque de manera diferente, dijo el presidente Emmanuel Macron el jueves durante una visita a una base en Jordania.
“Decidí algunas reconfiguraciones importantes”, dijo Macron. “Continuaremos protegiendo nuestros intereses allí, pero nuestras fuerzas no estarán tan presentes permanentemente, serán menos estacionarias y también menos expuestas”, dijo.
La partida de las tropas francesas “dejará a Níger y al Sahel en general en peores condiciones” en términos de esfuerzos generales de lucha contra el terrorismo, ya que Níger era vista como el último socio occidental restante en la lucha de una década contra grupos yihadistas en la región, dijo Ryan Cummings, director de la empresa de consultoría en seguridad centrada en África Signal Risk.
Alrededor de 1.500 tropas francesas estaban entrenando y apoyando al ejército local en Níger, que se había concebido como la base para operaciones antiterroristas en la región después de que el sentimiento anti-francés creciera en Malí y Burkina Faso, ambos dirigidos por juntas que también han expulsado a tropas francesas.
Pero después de derrocar al presidente democráticamente elegido de Níger, Mohamed Bazoum, la junta del país encabezada por el general Abdourahmane Tchiani rompió relaciones militares con Francia y otros países europeos. En cambio, buscó cooperación en defensa con Rusia, cuyo grupo mercenario privado Wagner Group ya está activo en partes de África pero enfrenta un futuro incierto allí tras la muerte de su líder, Yevgeny Prigozhin.
La retirada de las misiones militares extranjeras ya está afectando a la seguridad en Níger, donde el número de ataques ha aumentado, según Oluwole Ojewale, del Instituto de Estudios de Seguridad con sede en Dakar.
“El país no ha demostrado suficientes capacidades militares para llenar el vacío creado por la retirada. Los grupos armados lanzan ataques estratégicos y ahora deambulan libremente en los espacios ingobernados del país, y los incidentes siguen aumentando”, dijo Ojewale.
La junta en Níger ha formado una alianza de seguridad con los gobiernos militares de Malí y Burkina Faso para coordinar operaciones antiterroristas en todo el Sahel.
Sin embargo, gran parte del impacto inmediato de la partida de las tropas francesas se sentirá en la región de Tillabéri, en el oeste de Níger, que ha sido el foco de extremismo en el país, dijo Ryan, de la consultora Signal Risk.
“Las organizaciones extremistas violentas pueden aprovechar el vacío creado para explotar y expandir sus operaciones” en el Sahel, dijo.
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El redactor de The Associated Press en París John Leicester contribuyó.