“Puerto Príncipe, Haití (AP) — Las Naciones Unidas elevaron la cifra de muertos de una reciente masacre en la que decenas de personas mayores y líderes religiosos Vodou fueron asesinados por una pandilla en Haití, y pidieron a las autoridades que lleven a los perpetradores ante la justicia.
La Oficina Integrada de las Naciones Unidas en Haití dijo en un informe publicado el lunes que entre el 6 y el 11 de diciembre más de 207 personas fueron asesinadas por la pandilla de Wharf Jeremie. La pandilla sacó a las personas de sus hogares y de un lugar de culto, las interrogó y luego las ejecutaron con balas y machetes.
A principios de este mes, grupos de derechos humanos en Haití habían estimado que más de 100 personas murieron en la masacre, pero la nueva investigación de la ONU duplica el número de víctimas.
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“No podemos pretender que no sucedió nada”, dijo María Isabel Salvador, la representante especial del secretario general de la ONU en Haití.
“Hago un llamado al sistema judicial haitiano para investigar a fondo estos crímenes horribles y arrestar y castigar a los perpetradores, así como a quienes los apoyan”, dijo en un comunicado.
Grupos de derechos humanos en Haití dijeron que la masacre comenzó después de que el hijo de Micanor Altès, líder de la pandilla de Wharf Jeremie, muriera a causa de una enfermedad.
La Cooperativa por la Paz y el Desarrollo, un grupo de derechos humanos, dijo que según la información que circulaba en la comunidad, Altès acusó a personas en el vecindario de causar la enfermedad de su hijo.
“Decidió castigar cruelmente a todas las personas mayores y practicantes (Vodou) que, en su imaginación, serían capaces de lanzar un mal hechizo contra su hijo”, dijo el grupo en un comunicado publicado poco después de que se conociera la masacre.
En el informe del lunes, las Naciones Unidas dijeron que las personas fueron rastreadas en sus hogares y en un lugar de culto por la pandilla de Altès, donde primero fueron interrogadas y luego llevadas a un sitio de ejecución.
Las Naciones Unidas dijeron que la pandilla intentó borrar evidencia de los asesinatos quemando los cuerpos, o desmembrándolos y arrojándolos al mar.
La masacre es la última tragedia humanitaria en Haití, donde la violencia de pandillas se ha intensificado desde que el presidente de la nación fue asesinado en un intento de golpe de estado en 2021.
Haití ha luchado por organizar unas elecciones que llenen el vacío de poder y restauren el gobierno democrático.
La nación caribeña está actualmente gobernada por un consejo transitorio que incluye representantes de la comunidad empresarial, la sociedad civil y partidos políticos, pero su gobierno no tiene control sobre muchas áreas de la ciudad capital, y las pandillas luchan constantemente por puertos, autopistas y vecindarios.
Según las Naciones Unidas, más de 5,350 personas han muerto en las guerras de pandillas en Haití este año.
El gobierno haitiano reconoció la masacre contra personas mayores en un comunicado emitido a principios de este mes, y prometió perseguir a los responsables de este acto de “carnicería indescriptible”.
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