En el momento del ataque, Israel y Hezbollah estaban luchando en un conflicto que se había intensificado desde que Hezbollah disparó contra posiciones israelíes un día después del ataque sin precedentes de Hamas en el sur de Israel el 7 de octubre de 2023.
El 17 de septiembre de 2024, miles de pagers explotaron simultáneamente en todo Líbano, principalmente en áreas con una fuerte presencia de Hezbollah. Las explosiones hirieron o mataron a los usuarios y algunas personas cercanas, causando pánico y confusión. Al día siguiente, los walkie-talkies explotaron de la misma manera, matando e hiriendo a cientos más.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, admitió que Israel fue responsable dos meses después, según informaron los medios israelíes en ese momento.
En una entrevista con el socio de transmisión de la BBC en EE. UU., dos exagentes revelaron detalles de la operación.
Uno de los agentes, llamado Michael, dijo que el Mossad había colocado un dispositivo explosivo dentro de las baterías que operaban los walkie-talkies, que típicamente se llevarían en un chaleco más cerca del corazón del usuario.
Dijo que Hezbollah había comprado sin saberlo más de 16,000 walkie talkies a “buen precio” de una empresa falsa hace 10 años.
“Tenemos una increíble variedad de posibilidades de crear empresas extranjeras que no pueden ser rastreadas hasta Israel”, dijo Michael. “Empresas pantalla sobre empresas pantalla para afectar la cadena de suministro a nuestro favor.”