Un juez de los EE.UU. asesta un golpe importante a favor de WhatsApp de Meta en una demanda que acusa al Grupo NSO de Israel de usar un error en la aplicación de mensajería para instalar spyware no autorizado. ¿Recuerdas Pegasus y el escándalo, que data de unos cinco años atrás?
Al menos 1,400 individuos, incluyendo periodistas, activistas de derechos humanos y disidentes políticos, fueron objeto de ataque. Este spyware bastante travieso se instalaba en un smartphone simplemente con realizar una llamada, incluso si la llamada no era respondida. El spyware, Pegasus, desarrollado por el Grupo NSO con sede en Israel, suele ser utilizado por gobiernos para la vigilancia.
Ahora, el fallo de la jueza de Distrito de los EE.UU. Phyllis Hamilton en Oakland, California, encontró a NSO responsable de hackeo y violación de contrato, permitiendo que el caso proceda a juicio únicamente sobre el tema de daños, según informa Reuters.
Will Cathcart, jefe de WhatsApp, describió el fallo como una victoria significativa para la privacidad. Hizo hincapié en que la batalla legal de cinco años de la empresa tenía como objetivo responsabilizar a las empresas de spyware, afirmando que tales empresas no deberían poder evadir la responsabilidad ni reclamar inmunidad por actividades ilegales. Creo que todos podemos estar de acuerdo en eso. Un portavoz de WhatsApp expresó gratitud por la decisión del tribunal.
Expertos en ciberseguridad dieron la bienvenida al fallo como un momento importante para la industria del spyware. John Scott-Railton, investigador principal de Citizen Lab, que expuso inicialmente el spyware Pegasus de NSO en 2016, calificó el fallo como una decisión histórica. Señaló que la industria del spyware a menudo renuncia a la responsabilidad sobre cómo se utilizan sus herramientas, pero este fallo establece claramente la responsabilidad de empresas como NSO que violan estándares legales.La demanda, iniciada por WhatsApp en 2019, acusó a NSO de utilizar su software Pegasus para acceder ilegalmente a los servidores de WhatsApp, apuntando a 1,400 individuos, incluyendo periodistas, activistas de derechos humanos y disidentes.