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Las autoridades europeas han cerrado un servicio de mensajería conocido como Matrix. Era utilizado por diversas redes criminales internacionales.
Matrix, que también era conocido alternativamente como Mactrix, Totalsec, X-quantum y Q-safe, era una plataforma de comunicación cifrada que facilitaba actividades criminales. Fue desmantelado el 3 de diciembre, principalmente por la policía holandesa y francesa.
El servicio ofrecía un ecosistema de aplicaciones que permitían a los usuarios mantener su identidad oculta en internet, realizar videollamadas y realizar un seguimiento de transacciones.
Se inició una investigación sobre Matrix después de que la policía encontrara un dispositivo con este servicio en el coche del tirador cuando el periodista de crimen Peter R. de Vries fue atacado en 2021.
Las autoridades monitorearon el tráfico de mensajes criminales del servicio durante varios meses. Pudieron leer mensajes en tiempo real antes de desmantelar el servicio de comunicación e interceptar y leer más de 2.3 millones de mensajes en total.
El servicio era avanzado y altamente seguro, con una infraestructura que constaba de más de 40 servidores distribuidos por todo el mundo. Esto daba a sus usuarios la ilusión de que sus comunicaciones eran seguras y que no serían descubiertos.
Matrix se ofrecía en forma de aplicación para usuarios de teléfonos inteligentes y era predominantemente utilizado por usuarios de Google Pixel. Una suscripción de seis meses costaba entre 1,300 (~$1,356) y 1,600 euros (~$1,669). Era una aplicación solo por invitación, lo que significa que solo podías usarla si ya conocías a un usuario.
Matrix tenía una base de usuarios variada, con las autoridades gubernamentales diciendo que vieron a personas comunicarse en 33 idiomas en él. La mayoría de los usuarios se encontraban en el sur de Europa. Los detectives han identificado exitosamente a los usuarios, pero no se sabe qué tipo de problemas legales les esperan. Los usuarios estaban involucrados en crímenes como tráfico internacional de drogas, tráfico de armas, lavado de dinero y asociaciones criminales.
Estaba controlado desde España y se cree que su propietario es un ciudadano lituano. Hasta ahora se han realizado dos arrestos en relación con la aplicación.
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