Francia conectó el sábado su reactor nuclear más potente a la red eléctrica nacional en lo que los líderes celebraron como un momento histórico a pesar de años de retrasos y contratiempos técnicos. El Reactor Europeo de Agua a Presión de Flamanville 3 en Normandía comenzó a proporcionar electricidad a los hogares franceses el sábado a las 11.48 am (1048 GMT), dijo el CEO de la compañía eléctrica EDF, Luc Remont, en un comunicado. “Gran momento para el país”, dijo el presidente Emmanuel Macron en un comunicado en X, llamándolo “uno de los reactores nucleares más potentes del mundo”. “Reindustrializar para producir energía de bajo carbono es la ecología al estilo francés”, agregó. El EPR, un reactor de agua a presión de nueva generación, es el cuarto en ser terminado en cualquier parte del mundo. Remont de EDF calificó el evento de “histórico”. “La última vez que se puso en marcha un reactor en Francia fue hace 25 años en Civaux 2”, dijo, refiriéndose a la central eléctrica de Civaux en el suroeste de Francia. La conexión estaba inicialmente programada para el viernes. Es el reactor más potente del país con 1.600 MW. En última instancia, debería suministrar electricidad a más de dos millones de hogares. El inicio se produce 12 años después del plazo previsto, después de una gran cantidad de contratiempos técnicos que hicieron que el costo del proyecto se disparara a un estimado de 13.2 mil millones de euros ($13.76 mil millones), cuatro veces la estimación inicial de 3.3 mil millones de euros. El inicio comenzó el 3 de septiembre, pero tuvo que ser interrumpido al día siguiente debido a un “apagado automático”. Se reanudó unos días más tarde. La generación se incrementó gradualmente para permitir que el reactor se conectara a la red eléctrica. La energía nuclear representa alrededor de tres quintas partes de la producción energética francesa y el país cuenta con uno de los mayores programas de energía nuclear del mundo. Esto contrasta fuertemente con el vecino Alemania, que abandonó la energía nuclear el año pasado al cerrar los últimos tres de sus reactores. Macron ha decidido aumentar la energía nuclear para reforzar la sostenibilidad energética francesa ordenando seis reactores EPR2 y estableciendo opciones para otros ocho, que podrían costar decenas de miles de millones de euros.