Hamas e Israel han pasado las últimas semanas en un intercambio de prisioneros por rehenes. La situación ha estado llena de tensión y ha causado numerosas bajas, tanto en el bando israelí como palestino.
Un total de 129 personas se encuentran aún cautivas, de las cuales 21 se cree están muertas. La mayoría de los rehenes son hombres, pero hay 19 mujeres y dos niños. Hasta el momento, 110 han sido liberados con vida mientras que 11 cuerpos han sido recuperados.
Las negociaciones parecen estancadas, aunque el líder de Hamas ha hecho una visita a El Cairo el miércoles en un intento por llegar a un acuerdo de cese del fuego. Las familias de los rehenes esperan con ansia la liberación de sus seres queridos y han exigido a Netanyahu que trabaje para acelerar el proceso.
Las tensiones con las familias de los rehenes crecieron tras la muerte, a manos de Israel, de los tres hombres que se creía estaban secuestrados. Respecto a esto, Avi Shamriz, el padre de una de las víctimas, mencionó que el liderazgo de Netanyahu “asesinó a mi hijo dos veces”. Las manifestaciones exigiendo la liberación de los rehenes, incluso a costa de un cese al fuego o la liberación de prisioneros palestinos, han reunido a miles de personas en Israel.
El conflicto también ha atraído la atención internacional, con Estados Unidos advirtiendo a Netanyahu sobre la necesidad de proteger la vida de civiles.