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Las importaciones de gas natural licuado ruso a la UE han alcanzado un récord este año a pesar de los intentos del bloque de reducir la dependencia del gas del país tras la guerra a gran escala de Moscú contra Ucrania.
Europa importó un récord de 16,5 millones de toneladas de GNL ruso hasta mediados de diciembre, por encima de las importaciones del año pasado de 15,18 millones de toneladas, según el proveedor de datos de materias primas Kpler. La cantidad también es superior al último récord de 15,21 millones de toneladas importadas en 2022.
“Lo que hemos visto este año es sorprendente”, dijo Ana Maria Jaller-Makarewicz, analista del Instituto de Economía Energética y Análisis Financiero. “En lugar de reducir gradualmente las importaciones de GNL ruso, las estamos aumentando”.
Tras la invasión a gran escala de Rusia a Ucrania en 2022, la UE se fijó el objetivo de detener las importaciones de cualquier combustible fósil ruso para 2027, pero los envíos del gas ultrarrefrigerado que llega a los puertos europeos han seguido aumentando.
A diferencia de las importaciones de gas a través de gasoductos, que han disminuido a un goteo, y del petróleo y carbón rusos, que están prohibidos en la UE, las importaciones de GNL ruso todavía están permitidas y están creciendo, en una señal de cómo una Europa “alarmada” aún lucha por desvincularse de suministros más baratos, dijo Jaller-Makarewicz.
Sin embargo, las operaciones puntuales este año han aumentado, ya que los operadores “pueden obtener cargamentos entregados más baratos [desde Rusia]”, dijo Christoph Halser, analista de gas de Rystad.
Agregó que el GNL enviado desde el terminal de Yamal de Rusia a Europa tenía un precio “significativamente más bajo” que el gas enviado desde EE. UU.
Los funcionarios de la UE están convencidos de que el bloque no necesita combustibles rusos, incluso si eso significa aceptar precios más altos para comprar gas en otros lugares.
El comisionado de energía de la UE, Dan Jørgensen, prometió presentar un plan el próximo año sobre cómo el bloque puede cumplir el objetivo de 2027 de desvincularse de todos los combustibles fósiles rusos.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, señaló en octubre que el bloque podría aumentar las importaciones de EE. UU. como una forma de aplacar al presidente electo Donald Trump, quien ha amenazado con amplios aranceles comerciales.
Trump ha advertido que la UE debe comprometerse a comprar cantidades “a gran escala” de petróleo y gas de EE. UU. o arriesgarse a enfrentar aranceles.
Reportajes adicionales de Ray Douglas y Daria Mosolova
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