Estados Unidos ha accedido a liberar a un aliado cercano del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, a cambio de 10 estadounidenses encarcelados, incluidos seis designados como detenidos injustamente, dijeron el miércoles funcionarios de la Casa Blanca.
Alex Saab, a quien Estados Unidos acusa de “beneficiarse del hambre” de los venezolanos, es un empresario colombiano y asesor financiero de Maduro. Fue acusado en 2019 en relación con un esquema de sobornos que sustrajo unos $350 millones de un proyecto de vivienda del gobierno venezolano.
Los funcionarios de la Casa Blanca se negaron a revelar detalles sobre los 10 estadounidenses, pero dijeron que el intercambio significa que todos los estadounidenses que se cree fueron detenidos injustamente en Venezuela ahora han sido liberados.
Como parte del acuerdo, Venezuela también ha aceptado extraditar a Leonard Glenn Francis, un ex contratista de defensa conocido como “Fat Leonard” que está en el centro de uno de los casos de corrupción más grandes de la Marina de los Estados Unidos. Maduro también liberará a 20 presos políticos venezolanos, dijeron funcionarios de la Casa Blanca.
El intercambio de prisioneros se produce mientras la administración Biden intenta mejorar las relaciones con el gobierno autoritario de Caracas. Estados Unidos reanudó recientemente los vuelos de deportación a Venezuela y acordó levantar algunas sanciones después de que la administración de Maduro diera pasos tentativos hacia elecciones libres y justas.
“Parece que Maduro, hasta ahora, está cumpliendo su compromiso con elecciones libres”, dijo el miércoles el presidente Biden a los periodistas. “Pero aún no está hecho. Tenemos un largo camino por recorrer. Pero hasta ahora está bien”.
Los funcionarios estadounidenses presentaron el intercambio como necesario para reunir a los estadounidenses con sus familias en Estados Unidos. Pero para algunos en Venezuela, el acuerdo fue una victoria para Maduro; muchos venezolanos dicen que Saab se ha convertido en sinónimo de los peores abusos del gobierno de Maduro.
“Es una concesión muy significativa por parte de la administración Biden, que hasta hoy insistía en que Saab estaba sujeto a un proceso judicial en Estados Unidos y que no interferirían en eso”, dijo Mariano de Alba, asesor principal del Grupo Internacional de Crisis.
Saab es uno de varios funcionarios y empresarios vinculados a Maduro acusados por el gobierno de Estados Unidos en los últimos años, incluido el propio Maduro.
Washington ha acusado a Saab de estar involucrado en un esquema en el que él y otros se llevaron grandes sumas de fondos del gobierno destinados a alimentar a los hambrientos de Venezuela.
Saab fue extraditado de la isla africana de Cabo Verde a Estados Unidos en 2021 para enfrentar cargos de lavado de dinero, siendo uno de los partidarios más importantes de Maduro en ser detenido por los estadounidenses. Se declaró no culpable.
El gobierno de Maduro mantuvo que la detención de Saab era ilegal, diciendo que era un enviado diplomático y que no podía ser enjuiciado. Sus partidarios emprendieron una campaña de relaciones públicas global para conseguir apoyo para su causa.
El miércoles, el intercambio fue el último intercambio de prisioneros entre Estados Unidos y Venezuela. En octubre del año pasado, Biden acordó otorgar clemencia a dos sobrinos de la primera dama de Venezuela para asegurar la liberación de siete estadounidenses.
Como parte del acuerdo detallado el miércoles, Venezuela aceptó extraditar a Francis, el ex contratista de defensa y empresario malasio en el centro de un caso de fraude y soborno que ha resultado en cargos criminales federales contra más de 30 oficiales de la Armada de los Estados Unidos y contratistas de defensa, según el Departamento de Justicia.
Iba a ser sentenciado el año pasado, pero escapó del arresto domiciliario en septiembre de 2022 cortando su monitor de tobillo y huyendo a Venezuela. Dos semanas después, fue detenido por agentes de Interpol en el aeropuerto de Caracas, la capital venezolana, tratando de abordar un vuelo a Rusia. Enfrenta hasta 25 años de prisión y ha acordado renunciar a $35 millones en ganancias.
Más de dos docenas de personas se han declarado culpables en relación con el esquema. Han admitido haber aceptado millones de dólares en viajes de lujo, alojamiento, comidas o los servicios de prostitutas de Francis a cambio de lucrativos contratos militares para su empresa con sede en Singapur, Glenn Defense Marine Asia.
Los fiscales han dicho que los regalos de Francis a los oficiales de la Armada también incluyeron más de $500,000 en efectivo, cigarros cubanos, carne de vacuno de Kobe y lechones españoles. También organizó fiestas suntuosas para altos oficiales en hoteles de lujo en Malasia, Singapur y Hong Kong.
Al escapar a Venezuela, Francis puede haber creído que años de diplomacia hostil entre Maduro y Estados Unidos lo habrían protegido de la extradición. Maduro tiene una sólida relación de trabajo con Rusia, y desde hace meses ha estado considerando una visita para reunirse con el presidente de Rusia, Vladimir V. Putin.
Pero los gobiernos de Estados Unidos y Venezuela albergaron la esperanza cautelosa de aliviar las tensiones cuando acordaron el trato en octubre que levantó algunas sanciones económicas contra Venezuela.