El líder rebelde de Siria, Ahmed al-Sharaa, ha rechazado la controversia en línea sobre videos que lo muestran haciendo gestos a una joven para que se cubra el cabello antes de posar para una foto con ella la semana pasada. El incidente desató críticas tanto de comentaristas liberales como conservadores en medio de intensas especulaciones sobre la dirección futura del país después de que los rebeldes llegaran al poder. Los liberales vieron la solicitud del líder del grupo islamista sunita Hayat Tahrir al-Sham (HTS) como una señal de que podría intentar imponer un sistema islámico en Siria después de liderar el derrocamiento de Bashar al-Assad, mientras que los conservadores radicales lo criticaron por consentir en ser fotografiado con la mujer en primer lugar. “No la obligué. Pero es mi libertad personal. Quiero que me tomen fotos de la manera que me convenga”, dijo Sharaa en una entrevista con Jeremy Bowen de la BBC. La mujer, Lea Kheirallah, también dijo que no le molestó la solicitud. Dijo que él le había pedido de una manera “amable y paternal”, y que creía que “el líder tiene derecho a ser presentado de la manera que él considere adecuada”. Sin embargo, el incidente demostró algunas de las dificultades que cualquier futuro líder de Siria podría tener al apelar y unir a un país tan diverso religiosamente. Los musulmanes sunitas constituyen la mayoría de la población, mientras que el resto está dividido entre cristianos, alauitas, drusos e ismaelitas. También existe una amplia gama de opiniones entre los diversos grupos políticos y armados que se oponían a Assad, algunos queriendo una democracia secular y otros queriendo un gobierno según la ley islámica. HTS, antes afiliada a Al-Qaeda, impuso inicialmente reglas estrictas de comportamiento y código de vestimenta cuando tomó el control de la antigua fortaleza rebelde de la provincia de Idlib en 2017. Sin embargo, revocó esas reglas en años recientes en respuesta a críticas públicas. El Corán, el libro sagrado del Islam, ordena a los musulmanes, hombres y mujeres, vestirse con modestia. La modestia masculina se ha interpretado como cubriendo el área desde el ombligo hasta la rodilla, y para las mujeres se suele ver como cubriendo todo excepto su rostro, manos y pies cuando están en presencia de hombres con los que no están casadas o relacionadas.