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El regulador del agua del Reino Unido, Ofwat, permitirá a las empresas de servicios públicos en Inglaterra y Gales aumentar las facturas de los clientes en un promedio del 36 por ciento para 2030, un aumento mayor de lo que había indicado anteriormente, pero aún por debajo de los aumentos solicitados por empresas en problemas como Thames Water.
Ofwat anunció los aumentos de las facturas en su “determinación final” sobre el conjunto de medidas y métricas complejas que rigen las empresas de agua privatizadas de Gran Bretaña para los próximos cinco años.
“Las empresas de agua ahora deben estar a la altura de este desafío, los clientes esperarán legítimamente que demuestren que pueden lograr una mejora significativa con el tiempo para justificar el aumento en las facturas”, dijo David Black, director ejecutivo de Ofwat.
El regulador también multó a Thames Water con £18 millones después de encontrar que los pagos de dividendos de la empresa el año pasado violaron las condiciones de su licencia.
Los aumentos de las facturas son más altos que el aumento promedio del 21 por ciento que Ofwat indicó que permitiría a principios de este año.
El regulador solo está permitiendo a Thames Water aumentar las facturas en un 35 por ciento, muy por debajo del 53 por ciento de aumento solicitado por la empresa prácticamente insolvente.
Las empresas de agua han estado en negociaciones con Ofwat sobre cuánto pueden aumentar las facturas entre 2025 y 2030. La industria ha presionado por aumentos sustanciales, argumentando que son necesarios para financiar la inversión en infraestructuras en declive.
Desde la privatización de la industria en 1989, las empresas de agua han estado obligadas a llegar a acuerdos con el regulador cada cinco años que cubran los aumentos de las facturas, la cantidad que pueden invertir y los rendimientos que pueden obtener sus inversionistas.
La crisis prolongada en Thames Water ha amenazado con alejar a los inversionistas de la industria, aumentando la presión sobre Ofwat. Thames Water, la empresa de agua más grande del Reino Unido, ha advertido que un fallo adverso pondría en peligro sus esfuerzos para captar nuevos fondos propios de los inversores.
Esta es una noticia en desarrollo
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