El canciller Olaf Scholz pedirá al parlamento de Alemania el lunes que declare que no tiene confianza en él, dando el primer paso formal hacia la celebración de elecciones anticipadas tras el colapso de su gobierno.
La salida el mes pasado de los liberales del partido Free Democrats de la coalición tripartita dejó a los Socialdemócratas de Scholz y a los Verdes gobernando sin mayoría parlamentaria justo cuando Alemania enfrenta su crisis económica más profunda en una generación.
Las reglas establecidas para evitar la serie de gobiernos efímeros e inestables que desempeñaron un papel importante en ayudar a los nazis a ascender al poder en la década de 1930 significan que el camino hacia nuevas elecciones es largo y está en gran medida controlado por el canciller.
“Si los legisladores siguen el camino que estoy recomendando, sugeriré al Presidente que disuelva el parlamento,” dijo Scholz a los periodistas el miércoles después de solicitar la moción.
El presidente Frank-Walter Steinmeier ha dicho que actuará en consecuencia después de la votación del lunes y acordó con los partidos parlamentarios el 23 de febrero como la fecha para las elecciones anticipadas.
Suponiendo que la votación de no confianza sea aprobada, Scholz y sus ministros permanecerán en el cargo de forma interina hasta que se forme un nuevo gobierno, lo cual podría llevar meses si las negociaciones de coalición resultan prolongadas.
Scholz ha esbozado una lista de medidas que podrían aprobarse con el apoyo de la oposición durante ese período, incluyendo recortes fiscales de 11 mil millones de euros ($11.55 mil millones) y un aumento en los beneficios para niños ya acordado por antiguos socios de coalición.
También se están discutiendo medidas para proteger mejor al Tribunal Constitucional de las maquinaciones de un futuro gobierno populista o antidemocrático, para reducir los precios de la energía y para ampliar un popular boleto de transporte subvencionado.
El resultado de la votación no es seguro, con el SPD de Scholz probablemente votando que tienen confianza en su canciller, mientras se espera que los conservadores de la oposición, que lideran cómodamente en las encuestas, y los liberales no lo hagan.
La extrema derecha Alternativa para Alemania, con la que todos los demás partidos se niegan a trabajar, podría sorprender a los legisladores votando que sí tienen confianza en Scholz.
Si tanto el SPD como los Verdes también respaldan a Scholz, eso lo dejaría en la incómoda posición de permanecer en el cargo con el apoyo de un partido que él rechaza como antidemocrático. En ese caso, la mayoría de los observadores esperan que renuncie, lo que a su vez provocaría elecciones.
Para evitar ese escenario, muchos legisladores esperan que los Verdes se abstengan de la votación.
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