Trump ha en algunas ocasiones elogiado a Xi, pero también ha sido muy crítico con China. Ha prometido aumentar fuertemente los aranceles sobre productos chinos importados cuando asuma el cargo el próximo mes.
En octubre, Trump le dijo al podcaster Joe Rogan: “Él controla a 1.4 miles de personas con un puño de hierro. Quiero decir, es un chico brillante, te guste o no.”
Un número de seleccionados del gabinete de Trump incluyendo al nominado a Secretario de Estado Marco Rubio y al asesor de seguridad nacional Mike Waltz son críticos severos del gobierno chino.
El gobierno chino ha impuesto sanciones a Rubio y en 2020 lo ha prohibido entrar al país.
Waltz ha instado a EE. UU. a terminar urgentemente los conflictos en Ucrania y Oriente Medio para “contrarrestar la mayor amenaza del Partido Comunista Chino”.
Las agencias de inteligencia de EE. UU. dijeron recientemente que China está detrás de un hackeo de ocho grandes empresas de telecomunicaciones de EE. UU. Los hackers pueden haber accedido a datos de millones de estadounidenses, según la Casa Blanca.
Desde que ganó la reelección el mes pasado, Trump se ha reunido con varios líderes extranjeros incluyendo al Primer Ministro Canadiense Justin Trudeau, al Presidente Argentino Javier Milei y al Presidente Francés Emmanuel Macron, quien invitó a Trump a París para la reapertura de la Catedral de Notre Dame.
Aunque es común que diplomáticos y embajadores asistan a la inauguración del presidente, según registros del Departamento de Estado de EE. UU. que datan de 1874, ningún líder extranjero ha asistido a la inauguración de un presidente de EE. UU.
Leavitt dijo que otros líderes extranjeros también habían sido invitados a la inauguración, que se celebrará en Washington DC el 20 de enero, pero no especificó cuáles.
La BBC ha contactado a funcionarios chinos y al equipo de transición presidencial de Trump para hacer comentario.