Un arma química es descrita por el observador químico de la ONU, la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPCW), como una sustancia química utilizada para causar intencionalmente muerte o daño a través de sus propiedades tóxicas. Su uso está prohibido en el derecho humanitario internacional.
Entre 2013 y 2018, Human Rights Watch documentó al menos 85 ataques con armas químicas en Siria, acusando al gobierno destituido de ser responsable de la mayoría de ellos. El gobierno de Assad negó haber usado armas químicas.
Siria firmó el Certificado de Armas Químicas de la OPCW en 2013, un mes después de un ataque con armas químicas en las afueras de Damasco que dejó más de 1.400 personas muertas. No se sabe cuántas armas químicas tiene Siria, pero se cree que Assad mantenía reservas y que la declaración que había hecho era incompleta.
Las víctimas de los ataques químicos en Siria han hablado recientemente con la BBC sobre los impactos devastadores que han experimentado.
Mientras tanto, los ministros de Relaciones Exteriores europeos se reunirán en Berlín el jueves para mantener conversaciones críticas sobre Siria y Ucrania. Un día después, los líderes de los países del G7 también discutirán los últimos acontecimientos en Siria en una reunión virtual, indicó la Casa Blanca.