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La oferta de aproximadamente £300 millones de Blackstone para adquirir el rascacielos “Can of Ham” en Londres ha fracasado, la última señal de que las ventas de oficinas de gran envergadura siguen paralizadas por desacuerdos sobre el valor de los edificios.
El grupo estadounidense, el mayor inversor inmobiliario comercial del mundo, había estado en negociaciones exclusivas para adquirir el edificio con una oferta ligeramente superior a £300 millones, según personas familiarizadas con el proceso. Pero el vendedor, Nuveen, no estaba dispuesto a aceptar una oferta por debajo del precio de venta de £322 millones.
El colapso de las conversaciones, reportado por primera vez por Green Street News, frustra lo que hubiera sido la mayor transacción de oficinas en Londres en dos años.
La disposición de Blackstone a pujar por un edificio de oficinas grande y de alta calidad es, no obstante, una señal positiva para el mercado de oficinas después de dos años difíciles. La inversión en oficinas de Londres en los primeros nueve meses del año fue la más baja desde 2003, según MSCI.
Pero el precio ofrecido por el grupo estadounidense está por debajo de cómo muchos propietarios siguen valorando sus torres. Nuveen estaba buscando mejorar el precio de venta, según una de las personas.
El punto muerto entre los dos inversores en cuanto al precio sugiere que ni los compradores ni los vendedores están dispuestos a comprometerse lo suficiente como para romper la sequía en la realización de transacciones.
“Existe una brecha en las expectativas de precio entre compradores y vendedores, lo que indica que aún falta mucho camino por recorrer antes de que vuelva la liquidez al mercado”, escribió el analista de MSCI Tom Leahy en una nota.
Blackstone y Nuveen declinaron hacer comentarios.
Las tasas de vacantes en oficinas han aumentado en las principales ciudades tras la pandemia de Covid-19 y el aumento del trabajo híbrido, alcanzando un máximo de aproximadamente el 10 por ciento en Londres, según datos de CoStar.
La demanda de espacio de oficinas por parte de las empresas está fuertemente dividida, con competencia por los mejores espacios con comodidades modernas y credenciales ecológicas, pero poco interés en edificios más antiguos o mal ubicados.
El Can of Ham en 70 St Mary Axe —llamado así por su distintiva forma redondeada— se consideraba una prueba de la demanda de edificios de buena calidad. Está completamente alquilado con plazos de arrendamiento promedio a largo plazo para inquilinos como el bufete de abogados Sidley Austin, el Banco Nacional de Canadá y Samsung Electronics.
Nuveen, la filial de gestión de activos del proveedor de jubilación estadounidense TIAA, fue el desarrollador original de la torre de 21 pisos, terminada en 2019. Anteriormente intentó venderla en 2022 por aproximadamente £400 millones.
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