RÍO DE JANEIRO (AP) — Un juez entregó el sábado largas sentencias a tres exoficiales de la Policía Federal de Carreteras de Brasil por la muerte en 2022 de un hombre negro que fue asesinado por asfixia dentro del maletero lleno de humo de un SUV.
Un video de los oficiales manteniendo a Genivaldo de Jesus Santos, de 38 años, en la parte trasera de su vehículo policial mientras una densa nube de lo que parecía ser gas lacrimógeno salía del auto generó indignación en todo Brasil y protestas en Umbaúba, en el estado nororiental de Sergipe.
La policía había dicho que el hombre mostraba un comportamiento agresivo y estaba “resistiendo activamente” a los oficiales que lo detuvieron. Dijeron que los agentes lo inmovilizaron y luego usaron “instrumentos de menor potencial ofensivo” para contenerlo.
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Se podía escuchar al hombre gritando y luego los medios locales informaron de que la víctima había intentado explicar que estaba tomando medicación para trastornos psiquiátricos.
Los jurados encontraron a los oficiales culpables de torturar y matar al hombre al final de un juicio de 12 días. El juez Rafael Soares condenó a Paulo Rodolpho Lima Nascimento a 28 años de prisión por homicidio, según un comunicado del 5º Tribunal Regional Federal.
Soares condenó a los otros oficiales, William de Barros Noia y Kleber Nascimento Freitas, a más de 23 años de prisión cada uno por tortura causando la muerte.
En agosto de 2023, un proceso disciplinario interno recomendó que los tres oficiales fueran despedidos, decisión que luego fue confirmada por el Ministerio de Justicia.
La violencia policial ha vuelto a estar en foco en Brasil recientemente. El martes pasado, un video de un oficial de policía militar en Sao Paulo arrojando a un hombre desde un puente a un río generó una reacción negativa.
Un día antes, el medio local G1 publicó un video que mostraba a un oficial de policía militar fuera de servicio el mes pasado disparando una serie de tiros y matando a un joven que había robado paquetes de jabón. Ese incidente también ocurrió en Sao Paulo.