Miles de coreanos del sur se reunieron en las calles fuera de la Asamblea Nacional en Seúl el sábado, exigiendo la destitución del presidente Yoon Suk Yeol. El Sr. Yoon impuso brevemente la ley marcial el martes, reabriendo viejas heridas y sumiendo al país en el caos político. Un intento de destituir al Sr. Yoon no logró reunir el número necesario de votos, prolongando la agitación política que ha sacudido al país esta semana.
Las protestas en la ciudad y en todo el país se han intensificado desde el movimiento audaz del Sr. Yoon el martes. La manifestación en la Asamblea Nacional antes de la votación de destitución del sábado fue la más grande hasta ahora, a pesar de las bajas temperaturas. A las 3 p.m. las áreas frente a la Asamblea Nacional estaban llenas.
A medida que el gran bulevar frente a la Asamblea Nacional se llenaba de manifestantes, la gente se trasladaba a la calle que corre frente al complejo.
Mientras tanto, en otra parte de Seúl, los seguidores del Sr. Yoon se reunieron cerca de la Plaza Gwanghwamun. Había sillas preparadas para los seguidores, a diferencia de las multitudes sentadas en el suelo fuera de la Asamblea Nacional. Poco después de que comenzara la votación de destitución, los oradores se apresuraron a anunciar que la destitución parecía improbable, y la multitud se volvió jubilosa.
Los manifestantes frente a la Asamblea Nacional se quedaron hasta altas horas de la noche, mientras la sesión de votación se prolongaba. La gente sostenía velas y palos de luz coloridos. Corea del Sur tiene la tradición de celebrar concentraciones de luz de velas para expresar su desacuerdo político.
Sin embargo, muchos manifestantes dijeron que no se rendirían. “Planeo venir todos los fines de semana”, dijo Subin Park, de 29 años, que había viajado desde Bucheon, al oeste de Seúl. “Espero que mucha gente aparezca a partir del lunes.”