Rusia tiene la intención de desplegar su nuevo sistema de misiles Oreshnik, utilizado recientemente contra Ucrania por primera vez, en Bielorrusia vecina como un disuasivo hacia Occidente.
“Estos complejos serán puestos en servicio con las Fuerzas de Misiles Estratégicos Rusos y, al mismo tiempo, comenzaremos a desplegarlos en el territorio de Bielorrusia”, dijo el presidente Vladimir Putin en Minsk el viernes en las conversaciones con el líder bielorruso Alexander Lukashenko.
Putin mencionó la segunda mitad de 2025 como la fecha para el despliegue de lo que describió como un arma “terrible”.
Rusia disparó el nuevo misil de alcance medio desarrollado a la ciudad ucraniana de Dnipró en noviembre como advertencia y disuasivo.
Según Moscú, esto fue una reacción a la autorización para que Ucrania use misiles occidentales de largo alcance para atacar el territorio ruso.
Lukashenko, cuyo país limita con Ucrania y apoyó su invasión a gran escala por Rusia en 2022, también instó a Putin a estacionar la nueva arma en Bielorrusia.
En la reunión del viernes, los dos presidentes además firmaron un tratado sobre garantías mutuas de seguridad.