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El Primer Ministro francés Michel Barnier ha presentado su renuncia después de que su gobierno fuera destituido por los diputados en una votación de no confianza.
El Elíseo informó el jueves que Barnier había presentado su renuncia pero que el Presidente Emmanuel Macron le había pedido que permaneciera en el cargo hasta que se designara un sucesor.
La renuncia de Barnier llega durante una semana dramática en la que su gobierno minoritario de tres meses fue derrocado por legisladores del bloque de extrema derecha Rassemblement National (RN) y del bloque de izquierda Nouveau Front Populaire (NFP) sobre un presupuesto para reducir el déficit.
Macron, quien se dirigirá a la nación el jueves por la noche, ahora debe navegar por la difícil tarea de seleccionar un nuevo primer ministro que enfrentará la misma ecuación difícil en un parlamento dividido y colgado.
Según la constitución de Francia, el presidente no puede convocar nuevas elecciones legislativas hasta julio, un año después de la última votación.
La renuncia confirma a Barnier como el primer ministro de más corto mandato en la Quinta República de Francia, y solo el segundo en ser destituido por una moción de no confianza.
Macron eligió al veterano político de derecha para el cargo después de que su posición se viera significativamente debilitada cuando convocó y perdió las elecciones legislativas anticipadas este verano, lo que resultó en un parlamento colgado.
El gobierno de Barnier cayó en gran parte debido a la decisión de la líder del RN, Marine Le Pen, de retirar su apoyo tácito a su administración sobre el presupuesto, a pesar de que el primer ministro ofreció concesiones de última hora.
Macron ahora debe decidir si reconstruir una alianza similar con el partido de Barnier, Les Républicains, o intentar forjar una nueva configuración, quizás esta vez con más diputados moderadores de la izquierda.
El ex primer ministro Gabriel Attal ha propuesto una alianza flexible que añadiría diputados socialistas a los de su partido Renacimiento, sus aliados centristas y los de LR, para reducir la capacidad del RN de derrocar al próximo gobierno.
Pero las tentativas de los centristas hacia el centro izquierda aún no han persuadido a estos de separarse de la alianza NFP, que incluye a la extrema izquierda.
Macron enfrenta una creciente presión, especialmente de la izquierda y la extrema derecha, para renunciar antes del final de su mandato en 2027 para romper el estancamiento, una opción que criticó esta semana como “ficción política”.
“Quienes quieren que el jefe de Estado se vaya se están convirtiendo en cómplices de un golpe de estado taimado”, dijo François Bayrou, un aliado centrista de Macron, en BFMTV el jueves. “El jefe de Estado es un símbolo de la estabilidad que necesitamos dada la crisis que estamos atravesando.”
La administración de Barnier colapsó sin adoptar el polémico presupuesto de 2025, que incluía un paquete de €60 mil millones en aumentos de impuestos y recortes de gastos destinados a reducir el déficit de más del 6 por ciento este año a aproximadamente el 5 por ciento el próximo año.
Su sucesor tendrá que diseñar un nuevo presupuesto antes de una fecha límite a fin de año o adoptar medidas temporales para mantener el funcionamiento del estado.
Yaël Braun-Pivet, presidenta de la Asamblea Nacional, pidió el jueves que se forme un gobierno “rápidamente” para que las discusiones presupuestarias pudieran reanudarse.
“Todavía hay tiempo para proporcionar a Francia un presupuesto antes de fin de año. El tiempo es extremadamente ajustado, pero es legal y políticamente posible si todos vuelven a sentarse alrededor de la mesa”, dijo en France Inter radio.
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Tomasz Wieladek, economista jefe de T Rowe Price, dijo que los inversores estaban “confiando” en un acuerdo provisional que permitiría extender el presupuesto de 2024 hasta 2025, a la espera de una votación sobre un nuevo presupuesto.
“Hay esperanza de que esto pueda mantener la deuda pública de Francia en un nivel más sostenible”, dijo.
Pero Matthieu de Clermont, gestor senior de cartera de renta fija en Allianz Global Investors, dijo: “Esperamos más volatilidad en los mercados.”
Los rendimientos de los bonos franceses a 10 años apenas cambiaron el jueves, permaneciendo en el 2,90 por ciento, mientras que el índice bursátil Cac 40 de París subió un 0,1 por ciento en la tarde.
El bloqueo parlamentario seguirá dificultando las negociaciones presupuestarias.
El partido de extrema izquierda La France Insoumise dijo que “censurará automáticamente” a cualquier primer ministro que no sea del NFP de izquierda, compuesto por cuatro partidos.
“La caída del gobierno deja a Francia sin un camino claro hacia la reducción de su déficit presupuestario”, escribió la agencia de calificación S&P el jueves.
Agregó que ahora esperaba “considerablemente menos consolidación presupuestaria” que bajo las medidas propuestas por Barnier. Mantuvo la calificación crediticia de Francia la semana pasada a pesar de la agitación política en el país.
Reporte adicional de Mari Novak