Las fuerzas rebeldes en Siria han tomado el control de la mayor parte de la ciudad de Alepo después de lanzar una ofensiva sorpresa contra las fuerzas gubernamentales, informó un monitor de guerra el sábado, mientras que Rusia dice que desplegó aviones de combate contra los rebeldes en Siria.
Una alianza de facciones rebeldes liderada por el grupo militante islamista Hayat Tahrir al-Sham (HTS) ha avanzado profundamente en Alepo y ahora controla la mayoría de la ciudad del norte, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
La insurgencia, que comenzó el miércoles, parece haber tomado por sorpresa al régimen del presidente Bashar al-Assad, con expertos que la describen como un punto de inflexión significativo.
Miles de combatientes de los grupos rebeldes obtuvieron importantes ganancias territoriales en pocos días en el área alrededor de Idlib y Alepo, la segunda ciudad más grande que había estado bajo control gubernamental durante años.
La alianza ahora parece estar decidida a tomar el control de la provincia vecina de Idlib en su totalidad. El viernes, los rebeldes avanzaron hacia las afueras occidentales de Alepo y desde allí continuaron ingresando a la ciudad.
El curso futuro de los eventos dependerá en gran medida de las decisiones tomadas en Rusia, uno de los aliados más cercanos de al-Assad.
Rusia anunció el sábado que sus aviones de combate habían llevado a cabo múltiples misiones en Siria, atacando puestos de mando rebeldes, posiciones de artillería y campos, matando supuestamente alrededor de 300 combatientes.
El capitán Oleg Ignasyuk, jefe de la misión rusa en Siria, dijo que las operaciones contra la “agresión extremista” continuarían, citado por la agencia de noticias estatal TASS.
La información no pudo ser verificada de manera independiente. Ignasyuk no proporcionó información sobre las ubicaciones de las aeronaves de combate.
Rusia, un aliado clave del gobierno sirio, ha apoyado al presidente Bashar al-Assad desde 2015 y ha estacionado fuerzas en el aeródromo de Khmeimim y la ciudad portuaria de Tartus.
El ejército sirio dijo que el gran número de insurgentes involucrados en la sorpresiva ofensiva de múltiples frentes llevó a que las fuerzas gubernamentales se replegaran y se prepararan para un contraataque.