El príncipe Johnson: Rebelde liberiano convertido en senador muere a los 72 años.

“Vemos su muerte como un golpe para muchos víctimas que estaban esperando ver al senador enfrentar la justicia dada su papel en la guerra civil”, dijo el activista de derechos humanos y defensor de un tribunal especial de crímenes de guerra Adama Dempster a la BBC. Se estima que 250,000 personas murieron en los conflictos y muchos sobrevivientes de agresiones sexuales y otros ataques quedaron permanentemente heridos. La causa de la muerte de Johnson en la capital, Monrovia, no ha sido revelada. En un mensaje de condolencia a su familia, el Presidente Joseph Boakai – a quien Johnson apoyó en su campaña presidencial el año pasado – lo describió como “una figura que desempeñó un papel pivotal en la compleja evolución histórica de Liberia y contribuyó al discurso nacional a través de su servicio en el Senado”. En 1990, soldados rebeldes del Frente Patriótico Nacional Independiente de Liberia capturaron al presidente Samuel Doe y luego, frente a su líder, lo filmaron mutilándolo – le cortaron la oreja – antes de que lo mataran. El líder de la guerra expresó más tarde arrepentimiento por lo sucedido, pero justificó su papel en la guerra, diciendo que estaba defendiendo “mi país, mi gente, que fueron conducidos al matadero como si fueran pollos y cabras, por el régimen de Doe”. También dijo que había cambiado y se había convertido en pastor en una iglesia evangélica. Como político fue elogiado por sus electores en el condado de Nimba por trabajar para mejorar sus vidas. Pero también generó controversia. En 2021 Johnson fue sancionado por EE. UU. por su presunta participación en un financiamiento de “pago por juego”, donde al parecer se beneficiaba personalmente de la distribución de fondos gubernamentales a varios ministerios. También fue acusado de vender votos para su beneficio personal en varias elecciones, lo que provocó críticas de algunos de sus aliados. Pero Wilfred Bangura, un ex alto funcionario en el Movimiento por la Democracia y la Reconstrucción de Johnson, dijo “políticamente era muy pesado y sólido” y que solo cambió de alianzas cuando vio que la gente se alejaba de él. Si bien ciertamente es venerado y llorado por muchos en su condado natal, donde era visto como un héroe y un libertador, en otros lugares sienten que no tuvo que pagar por los crímenes cometidos durante la guerra civil.

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