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Los productores de petróleo y gas en los Estados Unidos no aumentarán significativamente la producción en los próximos años a pesar de las llamadas del presidente electo Donald Trump a “¡Perforar, bebé, perforar!”, dijo Liam Mallon, presidente de Upstream de Exxon Mobil Corp.
“Creo que un cambio radical es poco probable porque la gran mayoría, sino todos, están principalmente enfocados en la economía de lo que están haciendo”, dijo Mallon el martes en una conferencia en Londres.
Se espera que Trump abra más tierras federales para la perforación de petróleo y gas, pero gran parte de las tierras en el estado más grande productor de petróleo y gas del país, Texas, son privadas. Aun así, hay abundantes tierras federales en el vecino Nuevo México que incluyen la rica en petróleo y gas Cuenca Permiana.
“Si esas reglas cambiaran sustancialmente, podrías perforar más, asumiendo que tengas la calidad y cumplas con tu umbral económico”, dijo Mallon. “Pero no creo que veamos a nadie en el modo de perforar, bebé, perforar. Realmente no lo creo”.
Los Estados Unidos están produciendo más de 13 millones de barriles de crudo al día, superando a cualquier otra nación y aumentando casi un 45% en la última década. Con un excedente en el horizonte el próximo año, el mercado petrolero global está atento para ver a qué ritmo los exploradores estadounidenses perforan nuevos pozos. Muchos de los mayores operadores estadounidenses están tomando un enfoque a largo plazo para la producción, evaluando cuándo poner en marcha ciertos pozos en función de su inventario general.
Los comentarios de Mallon marcan la segunda vez desde las elecciones que la mayor compañía petrolera de Estados Unidos se ha apartado de las políticas de Trump. El director ejecutivo Darren Woods desaconsejó al presidente electo retirar a Estados Unidos del pacto climático de París, argumentando que es mejor participar y presionar por una política de reducción de carbono “sensata”.
Mallon reforzó los recientes comentarios de Woods apoyando la Ley de Reducción de la Inflación de Estados Unidos, que Trump ha caracterizado como el “nuevo engaño verde” de Washington. Algunos incentivos de la IRA, incluidos los créditos fiscales para capturar carbono, producir hidrógeno y fabricar combustible de aviación sostenible, son particularmente populares entre las compañías petroleras.
“Nuestra posición sobre la IRA es muy buena”, dijo Mallon. “Creemos firmemente en lo que es, en lo que representa y en los incentivos que ofrece”.
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