Nuestro equipo logra infiltrarse en una de estas “clínicas” secretas, conectando con una mujer conocida como “Dra. Ruth” para sus clientes, haciéndose pasar por una pareja que ha estado intentando concebir durante ocho años. Esta supuesta “Dra. Ruth” dirige su clínica cada segundo sábado del mes en un hotel en ruinas en la ciudad de Ihiala, en el estado de Anambra, al sureste. Afuera de su habitación, docenas de mujeres esperan en los pasillos del hotel, algunas con estómagos prominentes visibles. Toda la atmósfera está llena de positividad. En un momento dado, estallan enormes celebraciones dentro de la habitación después de que a una mujer se le dice que está embarazada. Cuando es el turno de nuestros reporteros encubiertos de verla, “Dra. Ruth” les dice que el tratamiento está garantizado para funcionar. Ella le ofrece a la mujer una inyección, afirmando que les permitirá a la pareja “seleccionar” el sexo de su futuro bebé, una imposibilidad médica. Después de rechazar la inyección, “Dra. Ruth” les entrega a la mujer un sobre de pastillas trituradas, así como algunas más para que tomen en casa, junto con instrucciones sobre cuándo tener relaciones sexuales. Este tratamiento inicial cuesta 350,000 nairas ($205; £165). Nuestro reportero encubierto no toma las drogas ni sigue ninguna de las instrucciones de “Dra. Ruth” y vuelve a verla cuatro semanas después. Después de pasar un dispositivo que se parece a un escáner de ultrasonido sobre el estómago de nuestro reportero, se escucha un sonido como un latido del corazón y “Dra. Ruth” la felicita por estar embarazada. Ambos se felicitan con alegría. Después de dar la buena noticia, “Dra. Ruth” explica cómo tendrán que pagar por un medicamento “escaso” y caro necesario para que nazca el bebé, con un costo entre 1.5 y dos millones de nairas ($1,180; £945). Sin este medicamento, el embarazo podría extenderse más allá de nueve meses, asegura “Dra. Ruth”, sin considerar los hechos científicos, agregando: “El bebé se desnutrirá – tendríamos que volver a levantarlo.” “Dra. Ruth” no ha respondido a las acusaciones que la BBC le ha hecho.
