Ndumiso trabaja en una veta diferente en la mina, y salió a la superficie el mes pasado, antes del actual enfrentamiento. Ahora está esperando ver cómo se desarrolla la situación antes de decidir si regresar.
El enfrentamiento sigue a una decisión del gobierno de tomar medidas enérgicas contra una industria que ha salido de control, con pandillas tipo mafia gestionándola. El presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, dijo que la mina era una “escena del crimen”, pero la policía estaba negociando con los mineros para poner fin al enfrentamiento en lugar de arrestarlos.
Ndumiso estaba entre cientos de miles de trabajadores, tanto locales como nacionales de países vecinos como Lesotho, que han sido despedidos a medida que la industria minera de Sudáfrica ha entrado en declive en las últimas tres décadas. Muchos de ellos se han convertido en “zama zamas” en las minas abandonadas.
El investigador de la Fundación Benchmark con sede en Sudáfrica, David van Wyk, quien ha estudiado la industria, dijo que hay alrededor de 6,000 minas abandonadas en el país.