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Los funcionarios de EE. UU. permitirían un aumento en la tala de árboles en tierras federales en todo el noroeste del Pacífico en nombre de combatir incendios forestales y impulsar las economías rurales bajo cambios propuestos a un amplio plan de manejo forestal que ha estado vigente durante tres décadas.
La propuesta del Servicio Forestal de EE. UU., publicada el viernes, revisaría el Plan Forestal del Noroeste que rige alrededor de 38,000 millas cuadradas (99,000 kilómetros cuadrados) en Oregón, Washington y California.
El plan fue adoptado en 1994 bajo el presidente Bill Clinton tras la presión para frenar las prácticas destructivas de tala que resultaron en extensas talas y la destrucción del hábitat utilizado por los búhos manchados. Las cosechas madereras disminuyeron drásticamente en los años siguientes, generando una reacción política.
Pero los funcionarios federales ahora dicen que el empeoramiento de los incendios forestales debido al cambio climático significa que los bosques deben ser gestionados de manera más activa para aumentar su resiliencia. La tala aumentada también proporcionaría un suministro más predecible de árboles para las empresas madereras, ayudando a las economías rurales que han sufrido después de que se cerraron las fábricas de madera y desaparecieron empleos forestales.
Según un estudio ambiental preliminar, la propuesta podría aumentar las cosechas madereras anuales en al menos un 33% y posiblemente más del 200%. El número de empleos relacionados con la madera aumentaría en consecuencia.
Las cosechas de los 17 bosques nacionales cubiertos por el Plan Forestal del Noroeste promediaron alrededor de 445 millones de pies tablares anualmente en la última década, según datos gubernamentales.
El corte de más árboles ayudaría a reducir el riesgo de incendios forestales y hacer que las comunidades sean más seguras, concluyó el estudio. Esto se lograría en parte permitiendo cortes en algunas áreas con grupos de árboles de hasta 120 años, frente al umbral actual de 80 años.
El cambio podría ayudar a fomentar condiciones propicias para el crecimiento de árboles de mayor tamaño y edad antigua que son más resistentes al fuego, al eliminar árboles más jóvenes, dijeron los funcionarios.
Una propuesta separada pendiente de la administración del presidente Joe Biden tiene como objetivo aumentar las protecciones a nivel nacional para los árboles de edad antigua, que desempeñan un papel significativo en el almacenamiento de dióxido de carbono, causante del cambio climático.
“Mucho ha cambiado en la sociedad y la ciencia desde que se creó el Plan Forestal del Noroeste”, dijo Jacque Buchanan, jefa forestal regional de la Region Noroeste del Servicio Forestal, en un comunicado. Dijo que la propuesta ayudaría a la agencia a adaptarse a condiciones cambiantes, a medida que el calentamiento global aumenta la frecuencia de las sequías y otros eventos climáticos extremos.
El plan propuesto también propone una cooperación más estrecha entre el Servicio Forestal y las tribus nativas americanas para aprovechar el conocimiento tribal sobre la gestión forestal. Las tribus fueron excluidas cuando se elaboró el plan de 1994.
Los ambientalistas recibieron la propuesta con escepticismo. El grupo Oregon Wild dijo que era “profundamente preocupante” que el Servicio Forestal publicara la propuesta justo antes de un cambio de administración presidencial.
“Parece que el Servicio Forestal quiere abandonar el propósito fundamental del Plan Forestal del Noroeste, proteger a los peces y la vida silvestre y los bosques maduros y de edad antigua que necesitan para sobrevivir”, dijo John Persell, un abogado del grupo, en un comunicado.
Durante el primer mandato del expresidente Donald Trump, los funcionarios de la administración buscaron abrir millones de acres de bosques de la costa oeste a nuevas talas al eliminar las protecciones del hábitat del amenazado búho manchado. La medida fue objetada por biólogos gubernamentales y revertida bajo Biden.
Un estudio ambiental preliminar examinó varias alternativas potenciales, incluido dejar los componentes del plan existente tal como están o cambiarlos para reducir o aumentar la tala.
Un representante de la industria maderera que copresidió un comité asesor sobre el Plan Forestal del Noroeste dijo que la propuesta resultó de discusiones entre miembros del comité, el Servicio Forestal y otros.
“Queremos ver un enfoque moderno para la administración forestal federal que nos proteja de incendios forestales catastróficos, reduzca el humo tóxico, involucre de manera significativa a las tribus y beneficie a nuestras comunidades rurales y trabajadores”, dijo Travis Joseph, presidente del Consejo de Recursos Forestales de América.
La publicación de la propuesta inicia un período de comentarios públicos de 120 días. Se espera que la revisión ambiental del Servicio Forestal se complete para el próximo otoño y se espera una decisión final a principios de 2026.
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