Desde entonces, el debate en Italia ha aumentado considerablemente, con Meloni y otros miembros de su gobierno atacando regularmente al sistema judicial del país, hasta que también se pronunció Musk.
La controversia legal gira en torno a una sentencia de octubre del Tribunal de Justicia de la UE (TJUE), que establece que ningún país de origen puede considerarse seguro si alguna parte de él es peligrosa.
Esto plantea nuevos desafíos a la política de Italia de repatriar migrantes sin visa. Aunque la sentencia se refería a un caso checo, también se aplica a toda la UE y complica los planes de Italia de centros de detención en Albania destinados a acelerar las repatriaciones.
El tribunal de Roma ha detenido estas acciones en espera de una mayor clarificación por parte del TJUE. El proyecto ha atraído la atención de varios líderes, incluido el primer ministro del Reino Unido, Keir Starmer, que también buscan frenar la migración ilegal.
Durante una visita oficial en septiembre pasado, Starmer elogió el “progreso notable” de Meloni en la lucha contra las llegadas irregulares por mar, mientras que Meloni dijo que su homólogo mostraba “gran interés” en el acuerdo de su país con Albania.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha pedido la exploración de “centros de retorno” fuera de la UE. En una carta a los líderes europeos sobre la migración irregular, citó el acuerdo entre Italia y Albania como un modelo potencial.
Varios observadores, sin embargo, han expresado preocupaciones sobre el impacto real de estos centros, en caso de que alguna vez comiencen a operar a plena capacidad.
“Independientemente de si funciona o no, esto es solo una gota en el océano”, dijo Alberto-Horst Neidhardt, analista de políticas senior en el Centro Europeo de Políticas en Bruselas.
El áspero discurso político de Italia no parece dar señales de menguar. La justicia aquí ha sido acusada de obstruir al gobierno anteriormente.
El ex primer ministro Silvio Berlusconi, quien fue acusado de violación de la ley de competencia desleal, blanqueo de dinero y fraude fiscal, y enfrentó enjuiciamiento por varios otros delitos a lo largo de los años, atacó reiteradamente a los jueces, llamándolos “comunistas”.
El socio de coalición de Meloni, Matteo Salvini, repitió sus palabras diciendo que los jueces que tergiversaron las leyes de Italia deberían renunciar y entrar en política con los “comunistas refundados”.
“Deminar a aquellos cuyo papel es garantizar que la ley se cumpla podría representar un peligro real”, advirtió Neidhardt.
Según informes italianos, Meloni y Musk han hablado sobre la controversia desde entonces. Se dice que Musk expresó su respeto por el presidente italiano, un informe confirmado por Andrea Stroppa, un cercano confidente de Musk en Italia.
Sin embargo, Stroppa agregó que Musk también “destaca que la libertad de expresión está protegida por la Primera Enmienda y la propia constitución italiana; por lo tanto, como ciudadano, seguirá expresando libremente sus opiniones”.