Abdul Jabbar estaba entre los heridos llevados al Hospital Civil. Dijo que estaba entrando a la estación, después de haber comprado un boleto en la oficina de reservas, cuando ocurrió la explosión. “No puedo describir el horror que enfrenté hoy, fue como si hubiera llegado el día del juicio”, dijo. Muhammad Sohail llegó poco después de que ocurriera la explosión para tomar su tren a Multan. “Todo estaba destruido en la estación, y la gente estaba tendida en el suelo gritando pidiendo ayuda”, dijo. Un grupo separatista militante, el Ejército de Liberación de Baloch, ha reivindicado la responsabilidad del ataque. En un comunicado publicado en redes sociales, el grupo dijo que apuntó a una unidad militar de Pakistán que regresaba de Quetta tras completar un curso de entrenamiento. El gobernador de Baluchistán calificó el acto de deplorable y a los autores como “peores que animales”. Dijo que las autoridades los perseguirían y los “llevarían a su fin lógico”. El presidente de la Asamblea Nacional de Pakistán, Sardar Ayaz Sadiq, condenó la explosión, diciendo que los responsables eran “enemigos de la humanidad”. Baluchistán es la provincia más grande de Pakistán y la más rica en recursos naturales, pero es la menos desarrollada. La región comparte una frontera volátil con Irán y Afganistán controlado por los talibanes, y también cuenta con una extensa costa a lo largo del Mar Arábigo.