El catastrófico aguacero que provocó la inundación de ríos y canales secos en el este de España la semana pasada desencadenó inundaciones repentinas que sumergieron comunidades enteras y mataron a decenas de personas.
La inundación histórica causó 219 muertes, 211 de ellas solo en la región de Valencia. Otras siete personas fallecieron en la vecina Castilla La Mancha y otra más en el sur de Andalucía.
No se conoce el alcance total de los daños, pero el Consorcio de Compensación de Seguros de España estima que gastará al menos 3.5 mil millones de euros en compensación.
La sequía que ha afectado al país en los últimos dos años y las temperaturas récord ayudaron a magnificar las inundaciones, dicen los científicos.
La operación de emergencia movilizada por las autoridades centrales ha crecido a más de 17,000 tropas y agentes de policía.
Las autoridades españolas aún no han dicho cuántas llamadas sobre personas desaparecidas recibieron, ni han dado una estimación de los daños materiales, ni han dado una calculación de cuánta tierra fue devastada.