Por supuesto, en el mundo de la política israelí, nadie se sorprenderá si esto no es lo último que escuchamos de Gallant.
Ha sido despedido como ministro de defensa una vez antes, en marzo de 2023.
En esa ocasión, junto con muchos altos funcionarios militares y ex militares, estaba descontento con los planes controvertidos de Netanyahu para reformar el sistema judicial.
Su despido llevó a decenas de miles de israelíes a salir a las calles para pedir su reinstalación.
Después de solo unos días, Netanyahu se vio obligado a retroceder y devolver a Gallant a su cargo.
El martes por la noche, cuando se hizo público que había sido despedido nuevamente, hubo protestas en Tel Aviv y Jerusalén, pero no en la misma escala.
Gallant, proviene del mismo partido político, Likud, que Netanyahu y podría desafiar su liderazgo en futuras elecciones.
Pero el hecho de que le hayan dado la orden de retirarse ahora sugiere que el primer ministro se siente fuerte.
Como ha sido el caso durante el último año, es el líder más antiguo de Israel, su operador político más maquiavélico y exitoso, quien está tomando las decisiones.