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PwC ha sido acusada de interferir en los asuntos políticos y regulatorios de Australia después de que documentos revelaran que el grupo contable Big Four advirtió a su firma local contra la cooperación con investigaciones en un escándalo de filtraciones fiscales sin permiso.
El Senado australiano publicó documentos el viernes que incluían una carta de Diana Weiss, consejera global de PwC, enviada a PwC Australia el año pasado. Escribió que la firma local necesitaba cumplir con un conjunto de acciones correctivas o enfrentar la suspensión o expulsión de la red global.
Una medida drástica tomada por PwC International para tomar el control de PwC Australia el año pasado siguió a la publicación de correos electrónicos internos de PwC por el Senado en mayo. Revelaron que un socio de su práctica fiscal había utilizado información confidencial de reuniones gubernamentales para ayudar a sus colegas a ganar nuevos negocios de empresas tecnológicas multinacionales.
La carta de Weiss, enviada en mayo dos semanas después de que PwC lanzara una revisión de su firma australiana, estipulaba que PwC Australia no debía proporcionar “ningún organismo regulador u otra autoridad gubernamental o legal ninguna presentación formal, significativa o sustantiva” sin la aprobación de Weiss y un representante del equipo de liderazgo de PwC International.
La carta decía que Weiss y el representante de la red también debían aprobar cualquier decisión relacionada con la responsabilidad de las personas con respecto al escándalo de filtraciones fiscales.
Deborah O’Neill, presidenta del comité del Senado que realiza la investigación sobre la industria de consultoría, dijo el viernes que la carta de Weiss demostraba “de manera clara y cristalina, hasta qué punto llegó PwC International en su intento de inhibir la transparencia y la rendición de cuentas tras el escándalo de filtraciones fiscales”.
“Las implicaciones completas de la clara intención de PwC International de interferir con las autoridades parlamentarias, regulatorias y legales australianas deben ser determinadas”, dijo, agregando que el público australiano merecía saber cómo PwC International había actuado para “aislar a la firma australiana” para proteger su reputación global.
La carta de Weiss también fue enviada al presidente global de la firma, Bob Moritz, y al socio Kevin Burrowes, quien fue nombrado director ejecutivo de PwC Australia en junio del año pasado, un mes después de que fuera enviada. Dijo que el escándalo de filtraciones fiscales había causado “daños continuos a la reputación y la marca global” de PwC.
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PwC Australia se negó a comentar la declaración del senador, y PwC International no estuvo disponible de inmediato para hacer comentarios.
El escándalo provocó una investigación continua sobre las acciones y la cultura de PwC Australia, y la industria de consultoría en general, y llevó a llamados repetidos para que la unidad global divulgue detalles de su propia investigación detallando qué socios internacionales utilizaron la información confidencial.
PwC dijo esta semana que las ganancias en Asia-Pacífico disminuyeron casi un 13 por ciento en el año hasta junio, ya que perdió cuota de mercado como resultado de los escándalos en Australia y China.