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Por Jeff Mason y Kanishka Singh
FILADELFIA (Reuters) – La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, dijo el domingo que no estaba preocupada por las conversaciones entre el ex presidente Donald Trump y el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y reiteró sus posiciones sobre el conflicto en Oriente Medio.
La candidata presidencial demócrata Harris se enfrenta al republicano Trump en una ajustada carrera por las elecciones estadounidenses del 5 de noviembre.
“No”, dijo Harris cuando se le preguntó si las conversaciones entre Trump y Netanyahu podrían socavar lo que el actual gobierno estadounidense está tratando de lograr.
Trump y Netanyahu han hablado en varias ocasiones en las últimas semanas. Mantuvieron estrechas relaciones cuando Trump era presidente, ya que Estados Unidos trasladó su embajada de Tel Aviv a Jerusalén, lo que deleitó a los israelíes e indignó a los palestinos.
“Creo que es de vital importancia que nosotros, como Estados Unidos de América, seamos participantes activos en alentar que esta guerra termine, que saquemos a los rehenes, pero también que haya un compromiso real entre las naciones hacia una solución de dos estados y el ‘día después’ (en Gaza)”, dijo Harris a los periodistas el domingo.
El presidente Joe Biden ha apoyado a Israel durante sus guerras en Gaza y Líbano después del ataque del grupo islamista palestino Hamas el 7 de octubre de 2023, que desencadenó los últimos hechos de violencia en el conflicto israelí-palestino de décadas. Harris y Trump se han comprometido a mantener el apoyo de Estados Unidos a su aliado.
En el ataque del 7 de octubre de 2023, según las cifras de Israel, cerca de 1.200 personas murieron y casi 250 fueron tomadas como rehenes. El posterior asalto de Israel al Gaza gobernado por Hamas ha cobrado la vida de unas 43.000 personas, según el ministerio de salud de Gaza. Ha desplazado a casi todos en Gaza, causado una crisis de hambre y llevado a acusaciones de genocidio en la Corte Mundial, que Israel niega.
La campaña separada de Israel en Líbano ha matado a más de 2.500 personas y ha desplazado a más de un millón. Israel afirma que está atacando a los militantes de Hezbollah en Líbano, quienes han estado involucrados en fuego cruzado con Israel durante el último año.
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