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Los fiscales federales de EE. UU. han acusado a un funcionario del gobierno indio de orquestar un complot para asesinar a un activista sij en la ciudad de Nueva York.
La medida amenaza con aumentar las tensiones con Nueva Delhi justo días después de que Canadá expulsara a seis diplomáticos en una amarga disputa sobre un asesinato extrajudicial.
El Departamento de Justicia dijo que Vikash Yadav, descrito como un “oficial de campo senior” en la administración del primer ministro Narendra Modi, dirigió un esquema de “asesinato por encargo” desde India.
Según el DoJ, el plan implicaba pagarle a un sicario $100,000 para asesinar a un ciudadano estadounidense-canadiense que era parte de un movimiento separatista que abogaba por un estado sij independiente.
Aunque los fiscales no revelaron el nombre del objetivo del complot frustrado, el Financial Times confirmó el año pasado que se trataba de Gurpatwant Singh Pannun, asesor general del grupo con sede en EE. UU. Sikhs for Justice.
La embajada de la India en Washington no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios sobre la acusación.
Fotografía de buscado del FBI para Vikash Yadav © AP
En cargos revelados el jueves, los fiscales alegaron que Yadav supervisó un plan para asesinar a Pannun, proporcionando su dirección en Nueva York y sus números de teléfono al presunto asesino, que resultó ser un agente encubierto de EE. UU.
En junio de 2023, Yadav también presuntamente estuvo comunicándose sobre el asesinato de Hardeep Singh Nijjar, un asociado de Pannun y un compañero activista sij, en un suburbio de Vancouver, Canadá.
Yadav envió un video del cuerpo de Nijjar a un asociado, dijeron los fiscales, y días después reenvió un artículo de noticias sobre Pannun, escribiendo: “[e]s [una] prioridad ahora”.
En un comunicado el jueves, Pannun dijo que Estados Unidos había cumplido con su “deber constitucional fundamental” de proteger a los ciudadanos.
“El intento contra mi vida en suelo estadounidense es el caso flagrante del terrorismo transnacional de la India, que se ha convertido en un desafío para la soberanía de América y una amenaza para la libertad de expresión y la democracia, lo que demuestra inequívocamente que la India cree en usar balas mientras los sij pro-Khalistanos creen en usar votos”, dijo.
Pannun describió a Yadav como un “soldado de nivel medio” asignado para llevar a cabo un plan de asesinato bajo órdenes del asesor de seguridad nacional de la India, Ajit Doval.
Las acusaciones contra Yadav se producen en un momento en que las tensiones entre Canadá e India alcanzaron un nuevo máximo, con los países expulsando a los diplomáticos de cada uno a principios de esta semana.
Las dos naciones han estado envueltas en una disputa amarga desde que el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, dijo el año pasado que había “acusaciones creíbles” de la participación del gobierno indio en la muerte de Nijjar, afirmaciones que han sido vigorosamente negadas por Nueva Delhi.
Matthew Olsen, fiscal general adjunto de EE. UU., dijo el jueves que las acusaciones contra Yadav eran “un grave ejemplo del aumento de conspiraciones letales y otras formas de represión transnacional violenta dirigidas a comunidades diaspóricas en los Estados Unidos”.
Agregó: “A los gobiernos de todo el mundo que puedan estar considerando tales actividades delictivas y a las comunidades que podrían ser objetivo, que no quede duda de que el Departamento de Justicia está comprometido a interrumpir y exponer estos planes y a responsabilizar a los actores indebidos”.