Después de siete años de intentarlo, la reciente lucha con Google demostró que necesitamos cambiar de rumbo en nuestra aventura en la galaxia Android.
Hace unos meses, Google cambió su política de API y revocó el acceso de iA Writer a Google Drive en Android. Al bloquear la opción de almacenamiento principal de Android, nuestra aplicación quedó congelada en carbonita. Aún vivía pero no podíamos avanzar sin resolverlo.
Para permitir que nuestros usuarios accedan a su Google Drive en sus teléfonos, tuvimos que reescribir declaraciones de privacidad, actualizar documentos y pasar una serie de controles de seguridad, todo mientras enfrentábamos un diluvio de nuevos requisitos siempre cambiantes.
Abril: Otra actualización. Google envía esas casi semanalmente. Cada vez que necesitas revisar un montón de enlaces y cosas. A veces terminas en un foro con un grupo de desarrolladores desesperados hablando de abandonar Android.
Advertencia: Cinco meses y 55 actualizaciones más tarde. No puede faltar mucho ahora. Asegurémonos de verificar todo como se esperaba. Luego enviar los documentos y el escaneo del pasaporte. Entonces estaremos bien. ¿Verdad?
Para septiembre, pensamos que habíamos cumplido nuestro lado del nuevo acuerdo. Pero en el mismo día que esperábamos recuperar nuestro acceso, Google cambió el trato.
Se nos dijo que el acceso de solo lectura a Google Drive se adaptaría mejor a nuestra aplicación de escritura que el deseado acceso de lectura/escritura. Así es, acceso de solo lectura para una aplicación de escritura.
Acercándonos: Ah, no del todo. Después de una serie de actualizaciones, siguiendo exactamente el manual de Google, aún quieren más cambios en la política de privacidad. Pero entonces, *entonces*, nuestros clientes recuperan Google Drive. ¿Verdad… verdad?
No: “Realmente no necesitas acceso de escritura a Google Drive, ¿para tu aplicación de escritura, verdad?”
Cuando señalamos que esto no era lo que teníamos, ni lo que querían nuestros usuarios, Google pareció cambiar el trato nuevamente. Para dar a nuestros usuarios acceso completo a su Google Drive en sus dispositivos, ahora necesitábamos pasar una auditoría CASA (Evaluación de Seguridad de Aplicaciones en la Nube) anual. Esto requiere contratar a un proveedor externo como KPMG.
El costo, incluyendo todas las horas internas, asciende a aproximadamente uno o dos meses de ingresos que tendríamos que pagar a uno de los amigos corporativos de Google. Una empresa independiente entregando un mes de ingresos a una firma “Big Four” como KPMG por un escaneo prácticamente sin sentido. Y, por supuesto, este sería un gasto anual recurrente. Más dinero para los socios de Google, mientras que los pequeños desarrolladores como nosotros pagan la factura por las profundas deficiencias de seguridad de Android.
Mientras… buscabamos… nuestra nueva situación, quedó claro que esta no era solo nuestra batalla: los desarrolladores en todas partes enfrentaban enredos burocráticos similares, todos diseñados para beneficiar a los socios de Google mientras exprimen la vida de las empresas más pequeñas.
Finalmente completé y aprobé la evaluación. En general me llevó cerca de 60-80 horas de mi tiempo, y el proceso mismo duró de 3 a 4 meses, con 25-30 solicitudes de ida y vuelta de diversas complejidades. Fue horrible, y si no se simplifica el próximo año, eliminaré este permiso de mi aplicación y seguiré otro camino.
Entonces es normal. Parece que tuvimos que morder la bala. Después de todo, llevamos siete años haciendo esto. Tenemos decenas de miles de usuarios. Invertimos cientos de miles para que funcione, y así que parece…
Esta batalla para dar a nuestros clientes acceso a su Google Drive es solo la última de una serie de conflictos que hemos tenido con el imperio. Desarrollar en Android es una lucha diaria cada vez más difícil con la burocracia, el rendimiento inconsistente de los dispositivos, el juego de rendimiento de búsqueda en la tienda de aplicaciones y la piratería rampante.
Cada vez que creemos haber superado un obstáculo, surgen otros dos. Es un proceso agotador que agota nuestros recursos, retrasa las actualizaciones y daña nuestra reputación. Mientras tanto, las críticas negativas siguen acumulándose por problemas fuera de nuestro control. Ese no es el único problema.
Hay ciertos dispositivos que causan problemas. Para arreglar los errores necesitas comprar el dispositivo. Los clientes lo exigieron. Y a menudo lo hicimos. A continuación puedes ver los 12,000 dispositivos que usaban iA Writer en 2017:
Desarrollar para Android es navegar por un campo de asteroides. Los errores surgen en miles de tipos de dispositivos, versiones de Android y sabores; One UI, MIUI, OxygenOS, Pixel Experience, como quieras llamarlo.
Y antes de que alguien diga que este es el precio de un sistema operativo “abierto” – bueno, no tenemos este problema en Windows.
Podríamos simplemente cumplir, podríamos pagar a KPMG, ceder más de nuestros ingresos y endeudarnos aún más. Y luego aceptar el próximo cambio forzado. Y el siguiente. Podríamos intentar escribir nuestro propio marco de pago para evitar la piratería. Pero, ¿por qué lo haríamos cuando nadie quiere pagarlo? ¿Y luego qué? ¿Contratar a alguien para manipular las críticas de nuestra aplicación?
Mientras vendamos a consumidores finales de Android, la economía de seguir desarrollando en Android es una Estrangulación de la Fuerza que se estrecha cada vez más. Poco a poco el control sobre la funcionalidad, calidad o finanzas de nuestra aplicación se nos está siendo arrebatado. Si continuamos por el camino actual, dañaremos nuestra relación con los usuarios, mancharemos nuestra reputación, perderemos dinero, nervios y tiempo.
Entonces, a partir de hoy, no solo estamos aceptando nuestro destino congelado en carbonita. Lo estamos abrazando. Vamos a retirar la aplicación temporalmente. Sabemos que esta decisión decepcionará a nuestros leales usuarios de Android, y compartimos su frustración. Después de siete años de inversión continua, esto es mucho más doloroso para nosotros que para cualquiera de ustedes.
Es importante entender por qué muchos desarrolladores eligen no involucrarse con el Imperio. No se puede ganar esa batalla. Hacen lo que quieren. Los usuarios existentes conservarán su acceso, y enviaremos actualizaciones críticas cuando sea necesario, si el imperio lo permite. Pero las nuevas funciones quedan descartadas por ahora. El soporte seguirá siendo amigable como siempre, pero debemos ser pragmáticos.
iA Writer para Android podría regresar en el futuro, tal vez en un capítulo diferente de esta saga, donde pueda desarrollarse en un entorno más controlado.
Estamos trabajando hacia una configuración donde las organizaciones puedan pagarnos directamente por todo nuestro software. En un entorno B2B, el ecosistema de hardware de Android puede ser económico y manejable, y luego podremos volver a patrocinar a usuarios de licencias únicas y a sus desordenados amigos piratas. Hasta que llegue ese día, iA Writer para Android permanecerá congelado en carbonita, esperando el momento adecuado para despertar de nuevo.
Mientras tanto, nos estamos enfocando en proyectos que impulsan nuestro negocio: finalizando una importante actualización de Windows 11, mejorando iA Writer para Mac, iOS y iPadOS, preparándonos para lanzar la compartición web para iA Presenter y lanzando la aplicación iOS/iPadOS.