Se ha declarado el estado de emergencia en Seychelles, después de una explosión masiva en una zona industrial en la isla principal, Mahé, así como de inundaciones.
La explosión arrasó la zona, aplastando edificios comerciales y destrozando viviendas cercanas, dejando un rastro de devastación a lo largo de la costa este de la isla de Mahé.
El presidente de Seychelles, Wavel Ramkalawan, ha ordenado que todos, excepto los trabajadores esenciales, se queden en casa.
Varias personas resultaron heridas.
También se han evacuado varias personas de sus hogares.
La explosión ocurrió justo después de las 02:00 hora local (22:00 GMT del miércoles) en una empresa de construcción y extracción de canteras, donde se almacenaban explosivos en cuatro contenedores.
“Durante los últimos 10 años ha habido preocupaciones importantes sobre el stock de explosivos”, cita el periódico Seychelles Nation al presidente Ramkalawan.
“Cuatro contenedores de explosivos estallaron… Mi corazón está muy pesado en este momento y sé que muchas familias están siendo afectadas. Me quedé impactado al ver Providence, Petit Paris y Cascade en tal estado. Era como si hubiéramos pasado por una guerra”.
El aeropuerto internacional también resultó dañado, a pesar de estar a 4 km (2,5 millas) de distancia. Las escuelas están cerradas y los hospitales cerrados a todos menos a casos de emergencia.
El único movimiento permitido es hacia y desde las islas turísticas.
“El Aeropuerto Internacional de Seychelles sigue operativo y los servicios de ferry entre las islas están operando para visitantes”, dijo la cuenta oficial del país en X.
El gobierno del Reino Unido ha aconsejado a sus ciudadanos en la isla de Mahé que permanezcan en el interior hasta nuevo aviso.
Lluvias excepcionalmente intensas durante la noche han causado inundaciones graves y deslizamientos de tierra, aumentando la presión sobre los equipos de respuesta de la isla.
Tres personas murieron cuando sus hogares fueron destruidos.
La inundación ha provocado que aguas residuales fluyan hacia el océano y se aconseja a las personas que no naden.
El presidente Ramkalawan calificó los dos desastres como una “calamidad” para el país y pidió a las personas que muestren solidaridad con los afectados.